DESAYUNO - CENA - SABADO - ENREDATE ¡ QUE HAY DE NUEVO ! - DE VIAJE CON CHUFY, fotos.
DE VIAJE CON CHUFY,.
Dime cuanto empacas y te dire cuantas millas has volado
Cuando uno viaja en avión bastante seguido, tanto la preparación previa al viaje como las horas que lo anteceden en el aeropuerto mismo, pueden ser factores de mucho estrés. Así es como algo tan trivial como empacar para un viaje, puede convertirse en determinante para el éxito o fracaso del mismo. Por eso, con los años aprendí a seguir ciertas reglas clave a la hora de empacar para tener un viaje tanto ameno como eficaz.
Se dice que hay dos tipos de viajeros, los que empacan poco y los que desearían haberlo hecho. No se puede viajar pesado, felíz y por poca plata; hay que elegir dos, ¿pero cuáles? Viajar liviano y así no despachar equipaje; viajar con el famoso carry-on. Las ventajas son demasiadas para detallarlas, pero las más importantes en mí opinión son no dejar las pertenencias de uno en manos de la aerolínea y no perder un vuelo por falta de tiempo para despachar.
Las reglas principales de una valija eficaz son llevar lo que a uno más le gusta usar, no empacar para imprevistos, y viajar con lo más pesado puesto (jeans, campera, botas, chaleco, etc).
Como uniforme de viaje descubrí que el look perfecto para un viaje en avión es un vestido largo de color neutro, de algún material que no se arrugue. Una vez en el avión, mi secreto es ponerme un pantalón de pijama por debajo para combatir el furioso aire acondicionado de los aviones. Por otro lado, las posibilidades de recibir un upgrade son mucho más grandes cuando uno va bien vestido. Este atuendo además, me permite salir del avión lista para cualquier reunión si es que un retraso no me permite pasar por el hotel.
Evitar siempre las sandalias, viajar con botas o zapatos que sean fáciles de sacar y poner. Siempre llevar medias para el frío y para no pisar descalzo los pisos de los aeropuertos durante los controles de seguridad embarque.
En el momento de guardar y planear lo que voy a empacar, voy a lo concreto: básicos que sirvan de comodín (por cada parte de abajo, tres de arriba), un vestido de fiesta, nunca zapatos nuevos si se planea un viaje con mucho movimiento, y por si acaso, curitas para evitar ampollas.
En cuanto a zapatos, solo hacen falta tres pares, unos formales para eventos importantes, unos más casuales para reuniones de trabajo, y zapatillas de color neutro y de forma blanda para que se puedan comprimir en la valija. Preparar un botiquín igual al que usamos diariamente en casa pero en version miniatura en bolsitas Ziploc, ya que no solo son un requerimiento en muchos aeropuertos, sino que también se adaptan a la forma de los envases sin ocupar espacio extra. Los remedios o vitaminas los llevo sin sus envases, también en una bolsita que se va achicando a medida que las voy tomando.
Bebe: «Todavía me subo a los árboles»
A sus 39 años, la cantante se confiesa «igual de intensa que siempre pero con más ganas de reír». Su motor es su hija Candela. «Estamos muy enganchadas»
Hija de músicos, nacida en Valencia y criada en Extremadura, María Nieves Rebolledo Vila, conocida desde niña como Bebe, se enfrenta a un verano de lo más variado. La semana que viene se irá con su niña unos días de vacaciones. Y en agosto cruzará el charco para cumplir un sueño en EE UU: «Trabajar con músicos a los que admiro de siempre». En su página web, casi como un himno a la separación civilizada, suena 'Ganamos', «la canción de más amor que he hecho en mi vida -admite-, junto con la que le compuse a mi hija».
- ¿Es autobiográfica?
- Bueeeenooo... (duda unos segundos), no creo que eso tenga importancia. Pero a buen entendedor...
Bebe siempre ha sido reservada respecto a su vida sentimental. Cuando tuvo a Candela no quiso desvelar quién era el padre. Se conoce su relación con Hernán Zin, el reportero de guerra y escritor italo-argentino que dirigió el documental 'Diez años con Bebe'. Pero ella, cuando habla de ruptura, no da nombres, solo sugiere, apoyándose en la letra de 'Ganamos' (un manual sobre cómo romper y seguir queriendo a tu 'ex'), que «es así como tenemos que hacerlo. Sobre todo porque tenemos hijos y hay una responsabilidad muy grande, y también porque ha habido muchas cosas importantes que no se pueden tirar por la borda ni ponernos a discutir como chiquillos».
Esta Bebe, más reposada y comedida, dista mucho de aquella 'punki' descarada que a finales de 2011, y en plena promoción de un disco, llamó «hijoputas» a los periodistas. «Me vetaron una buena temporada, pero aquello ya pasó y yo tampoco le di tanta importancia. Me sirvió para aprender a medir más mis palabras». Siempre ha sido «muy intensa», pero ahora le apetece más reírse y componer canciones más frescas, que son las que más le gustan a su hija. «¿Me parezco a ti mamá?», le preguntó el otro día la niña. «Y yo le contesté: te pareces a ti. Eres única y maravillosa. Mi madre me dice que estamos las dos muy enganchadas».
«Ahora me cuido»
Sus canciones más famosas defienden a la mujer maltratada, pero ella lamenta «que estemos retrocediendo. Me duele el machismo en adolescentes. Yo a mi hija ya he empezado a inculcarle que hay cosas que no se pueden permitir». Cantante y actriz ganadora de un Grammy y un Goya, Bebe se enfrentó pronto a un éxito descomunal que le costó digerir, aunque no tanto como algunos insinuaron... «A la gente le encanta crear leyendas. Pero a mí nunca me ha gustado perder los papeles, ni de jovencita. Mi madre nunca me ha visto borracha. Entre otras cosas, porque a mis padres les tengo un absoluto respeto. Siempre tuve claro que nunca me haría un piercing o un tatuaje mientras estuviera en su casa».Ahora su piercing en el labio inferior es seña de identidad. «Es tan cómodo que se me olvida que lo llevo». Tiene además «muy buena boca», en el sentido de que «me lo comería todo, y eso es un peligro, porque yo de chica era delgada y ahora me tengo que cuidar». Su fórmula es contener el hambre entre semana... «Y luego el fin de semana me despiporro», confiesa. Dice que sus padres les enseñaron a reflexionar y que de niña ya escribía. «Pero nunca fui repipi. Soy la cuarta de cinco hermanos y nos criamos como en manada... Yo siempre estaba con los chicos, me encantaba correr, patinar y subirme a los árboles. Todavía hoy me subo. Encima de más de un olivo de Extremadura me he echado yo la siesta, tendida como una pantera».
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