¡ ATENCION Y OBRAS ! CINE,.¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.
LA BARBACOA,.
La barbacoa, foto.
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Conviene hacer el ganso a partir de los treinta y cinco. Libera tensiones,.
No tendríamos más de quince años la primera vez que hicimos una fiesta en la playa. Era verano y nuestro pueblo (pequeño y marinero) doblaba su población habitual con turistas llegados de los confines más heterodoxos. En aquella fiesta no hubo ni un triste mendrugo de pan. Con quince años uno salía de casa cenado y aprovechaba la noche para adentrarse en el inestable mundo del alcohol. Aquel verano la canción que sonaba por todos los rincones era La Barbacoa. A nadie le gustaba especialmente pero tenía un punto picarón y pachanguero muy apropiado para acompañar nuestra efervescencia juvenil. Recuerdo que no habían dado las doce de la noche cuando, borrachos como piojos y con los bañadores puestos en la cabeza, chapoteábamos en el agua: ¡La barbacoa, la barbacoa/ cómo me gusta la 'barbecue'!
En aquellos momentos ninguno imaginaba que veintitantos años más tarde los mismos amigos seguiríamos reservando una noche de agosto para reunirnos en la playa y rendir nuestro particular homenaje a aquella primitiva borrachera.
Como es lógico, muchísimas cosas habían cambiado desde entonces; la mayoría teníamos ya familia y críos; ahora las ensaladillas rusas, los chorizos y los churrascos se imponían claramente a las botellas de ron (que sólo aparecían a partir de media noche). Con el paso de los años y sin que nadie lo hubiera propuesto habíamos terminado por montar una verdadera barbacoa. Un detalle, no obstante, se mantenía incorrupto. En algún momento de la noche, y ante la socarrona mirada de nuestras esposas e hijos, nos quitábamos los bañadores y con ellos en la cabeza corríamos hasta el agua para cantar la vieja canción de la tribu: ¡La barbacoa, la barbacoa/ cómo me gusta la 'barbecue'! Conviene hacer el ganso a partir de los treinta y cinco (aunque sea un par de veces al año). Libera tensiones y te pone en perspectiva con respecto al resto de estupideces que hacemos en nuestro día a día: reírle los chistes al jefe; llevar corbata; buscar aparcamiento...
La luna apenas brillaba aquella noche de barbacoa. Un trocito de limón seco pegado en lo alto del cielo; eso era. El fuego nos iluminaba los rostros risueños y felices. Los dos cocineros oficiales se chamuscaban las pestañas junto a la parrilla y anunciaban entre bromas y gritos los minutos que quedaban para que salieran las chuletas. Los niños correteaban por todos lados. Yo no perdía de vista a mi hija Sara, que ya iba para catorce y se sentía evidentemente impresionada por Luisito, el hijo de Luis. Si sabré yo de estas fiestas y de las noches sin luna.
Justo cuando empezaban a salir los churrascos, Sara se me acercó por la espalda y se coló debajo de mi brazo para que la abrazara. Después de propinarme unos cuantos besos zalameros y darle un par de buches (pequeñitos) a mi tinto de verano me dijo:
- Voy a darme un baño.
Mi radar de padre en guardia localizó de inmediato a Luisito. Estaba junto a la hoguera. No había problema.
- Ten cuidado con los tiburones -dije medio en broma medio en serio.
Le metí el diente al churrasco sin perder de vista los movimientos de Luisito. ¿Qué haría si iba detrás de Sara? Desde luego no me apetecía quedar como un padre celoso delante de mis amigos, pero tampoco me hacía gracia que aquel bobalicón, entre ahogadilla y ahogadilla, le tensase las carnes a mi hija. Sentí gran alivio cuando alguien le pasó un chorizo y un cacho de pan. Al menos por un rato iba a estar entretenido.
Empezaba a relajarme cuando un grito helador se elevó por encima del murmullo general. Hubo un segundo de silencio. El grito había salido de la garganta de mi hija. De eso no tenía la menor duda. Instantes después el grito se renovó, pero esta vez convocaba mi presencia: «¡Papááá!»
Corrí hacia la orilla como un demente y en la negritud de la noche me lancé al agua dispuesto a rescatar a mi hija de cualquier cosa que la estuviera acechando. Grité su nombre con el corazón en la boca. Ella me respondió. La encontré pálida, de pie, con el agua a la altura de la cintura y sin daño aparente.
-¿Qué te pasa? -dije todavía aterrorizado.
Señaló un lugar en el agua. A menos de un metro había un cuerpo flotando. Me acerqué. Era pequeño. Estaba boca abajo.«Dios mío», dije. Le ordené que saliera y pedí ayuda a los amigos. No tuvimos tiempo de asumir lo que aquel pequeño cuerpo representaba cuando alguien (quizá el propio Luis) gritó varios metros más allá: «¡Aquí hay otro!». Todos giramos la cabeza. Al rato encontramos otro, y otro, y otro más. Hasta cinco cuerpos hinchados e inertes antes de que llegara la policía y se encargara del asunto.
Como el agua, como aquella noche sin luna, también los cuerpos eran negros.
Afuera las chuletas se habían carbonizado en la parrilla.
TITULO: LA CARTA DE LA SEMANA - VIAJANDO CON CHESTER - GIANLUCA VACCHI,.
VIAJANDO CON CHESTER
Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.GIANLUCA VACCHI,.
Este es el velero de lujo del fenómeno viral Gianluca Vacchi
foto,.
Sí, Gianluca Vacchi se ha convertido en una de las sensaciones del verano -o mejor dicho, en fenómeno viral- gracias a los vídeos de sus bailes que el propio multimillonario italiano está publicando en las redes sociales. Su cuerpo musculado y tatuado contorneándose a sus 50 años, su novia treintañera, su vitalidad, la manera en que disfruta de su fortuna... Varios son los factores que explican el éxito que está cosechando Vacchi más allá de los negocios. Solo, con su pareja o con un grupo de amigos, siempre aparece rodeado de lujo, siendo su velero uno de los escenarios más utilizados en las coreografías de música latina. Una joya flotante, por lo poco que se ha podido ver. Pero, ¿de qué barco se trata?,.
Sí, Gianluca Vacchi se ha convertido en una de las sensaciones del verano -o mejor dicho, en fenómeno viral- gracias a los vídeos de sus bailes que el propio multimillonario italiano está publicando en las redes sociales. Su cuerpo musculado y tatuado contorneándose a sus 50 años, su novia treintañera, su vitalidad, la manera en que disfruta de su fortuna... Varios son los factores que explican el éxito que está cosechando Vacchi más allá de los negocios. Solo, con su pareja o con un grupo de amigos, siempre aparece rodeado de lujo, siendo su velero uno de los escenarios más utilizados en las coreografías de música latina. Una joya flotante, por lo poco que se ha podido ver. Pero, ¿de qué barco se trata?
Aunque por sus líneas exteriores recuerda a un Wally, lo cierto es que se trata de un B52 SL, construido por B-Yacht en fibra de carbono con un diseño del prestigioso estudio de Luca Brenta. Destaca por la gran cantidad de madera de teca empleada en cubierta, desde la popa hasta la proa, lo que denota su finalidad hedonista. No hay cabos de por medio ni elementos que entorpezcan el movimiento (bailes incluidos) de los pasajeros. Otro elemento que desvela que el barco está concebido para el disfrute del armador y de sus pasajeros es la enorme zona de sofás que rodea el acceso al interior, área que en otras embarcaciones similares está diseñada para los trabajos de navegación de la tripulación.
Sí, Gianluca Vacchi se ha convertido en una de las sensaciones del verano -o mejor dicho, en fenómeno viral- gracias a los vídeos de sus bailes que el propio multimillonario italiano está publicando en las redes sociales. Su cuerpo musculado y tatuado contorneándose a sus 50 años, su novia treintañera, su vitalidad, la manera en que disfruta de su fortuna... Varios son los factores que explican el éxito que está cosechando Vacchi más allá de los negocios. Solo, con su pareja o con un grupo de amigos, siempre aparece rodeado de lujo, siendo su velero uno de los escenarios más utilizados en las coreografías de música latina. Una joya flotante, por lo poco que se ha podido ver. Pero, ¿de qué barco se trata?
Aunque por sus líneas exteriores recuerda a un Wally, lo cierto es que se trata de un B52 SL, construido por B-Yacht en fibra de carbono con un diseño del prestigioso estudio de Luca Brenta. Destaca por la gran cantidad de madera de teca empleada en cubierta, desde la popa hasta la proa, lo que denota su finalidad hedonista. No hay cabos de por medio ni elementos que entorpezcan el movimiento (bailes incluidos) de los pasajeros. Otro elemento que desvela que el barco está concebido para el disfrute del armador y de sus pasajeros es la enorme zona de sofás que rodea el acceso al interior, área que en otras embarcaciones similares está diseñada para los trabajos de navegación de la tripulación.
El velero de Vacchi, de 16 metros de eslora, presenta altas prestaciones de navegación, pero resulta extremadamente fácil de gobernarlo gracias a los sistemas eléctricos e hidráulicos que controlan las velas, botavara, escotas y drizas. Así, basta con apretar unos botones para maximizar su rendimiento. La forma del casco, con robustos juegos geométricos, está ideada para ofrecer gran estabilidad, objetivo que también se consiguió añadiendo el 55% del peso del velero en la configuración de la quilla/bulbo.
Luca Brenta creó este modelo en 2009 para un armador que anteriormente ya había navegado en otras creaciones de este arquitecto naval (se desconoce si se trata del propio Vacchi) y que pedía una nueva configuración de los interiores con el fin de obtener mayor espacio y una cubierta más diáfana. Con un calado de poco más de 3 metros, el B52 puede adentrarse a casi cualquier cala para fondear. Y disfrutar de la vida.
Según aseguran varias publicaciones, los vídeos que Gianluca Vacchi está subiendo este verano y que no cesan de ser visualizados por cientos de miles de usuarios están grabados en su mayor parte en Ibiza, Miami e Italia. Algunas noticias son contradictorias, ya que mientras algunas alaban el olfato del empresario boloñés para los negocios, otras sostienen todo lo contrario; que heredó la fortuna de su padre y que un primo suyo se encarga de gestionar las empresas, mientras él ha fracaso en varios proyectos que puso en marcha. Sea como sea, es todo un bon vivant del siglo XXI.
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