TITULO: PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -22- FEBRERO - LA COCINA - DOMINGO - LUNES - COCOCHAS DE BACALAO,.

PESADILLA EN LA COCINA - JUEVES -22- FEBRERO,.

Pesadilla en la Cocina es un programa de televisión español de telerrealidad culinaria, presentado por el chef Alberto Chicote, emitido habitualmente los jueves a las 22:30 en La Sexta.
¿Qué pensó Chicote al encontrarse un ratón en el lavavajillas de 'El último Ágave'? El chef se confiesa en 'Nochemala en la cocina'. El chef de 'Pesadilla' recuerda en 'Nochemala en la cocina' cuando se encontró un ratón en el lavavajillas de 'El Último Ágave', un restaurante mexicano en pleno centro de Barcelona, etc.

LA COCINA - DOMINGO - LUNES - COCOCHAS DE BACALAO,.

Cocochas de bacalao en salsa verde

fotos.

Estamos en temporada de bacalao y ya se empieza a notar por el mundo bloguero la cantidad de recetas con este maravilloso pescado que se están haciendo. Yo hoy os traigo una de las preferidas de mi padre, las cocochas o kokotxas de bacalao en salsa verde.
Son muy sencillas de hacer ya que lo que tiene algo de misterio es la salsa, pensad que si seguid los pasos que os digo os saldrá a la perfección.

Os recomiendo usar caldo de pescado casero, pero si no tenéis podéis usar cualquier pastilla de caldo de pescado o caldo de los que vienen en brick ya que no todo el mundo tiene a mano caldo casero (solo los frikis cocinillas como yo jejeje)
Por otra parte, es recomendable quitar la piel dura que tienen las cocochas antes de cocerlas ya que luego son muy incómodas a la hora de comer, es un poco lioso pero ya veréis como quitandolas la gente las come mucho más comodamente.

Ingredientes para 2 personas

500 gramos de cocochas desaladas (si vienen en salazón las tendréis que desalar durante 1 día cambiando el agua varias veces)

2 ajos

1 cebolleta

150 ml de vino blanco

Caldo de pescado (250-300 ml aprox)

Perejil fresco

1 cucharadita de harina

Sal

1 guindilla (opcional)

Elaboración
1.- Pochamos los ajos picados finamente en aceite de oliva.

2.- Agregamos la cebolleta picada y rehogamos.

3.- Incorporamos una cucharadita de harina (para espesar) y rehogamos.

4.- Ponemos la copa de vino y subimos el fuego para que se evapore el alcohol, durante 2 minutos a fuego fuerte.

5.- Cubrimos con caldo de pescado. Mas o menos unos 250-300 ml, eso un poco a ojo, porque sale una salsa muy buena que luego os aseguro que os arrepentiréis de haber puesto poco. Ponemos guindilla si nos gusta un toque picante.

6.- Incorporamos perejil fresco picado y cocemos durante unos 15 minutos a fuego lento.

7.- Una vez hecha la salsa, incorporamos las cocochas bien limpias. Estas se harán en unos 3-5 minutos. Servimos y a comer que están que te mueres.

TITULO: EN PRIMER PLANO - A FONDO - REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - JOAN MATABOSCH,.

- JOAN MATABOSCH,.

La Comisión Ejecutiva del Teatro Real ha aprobado hoy en reunión ordinaria la contratación de Joan Matabosch como responsable de la dirección artística del coliseo madrileño, sustituyendo así al belga Gerard Mortier.

La Comisión Ejecutiva del Teatro Real, en su reunión ordinaria celebrada en el día de hoy, ha acordado autorizar la contratación, por un periodo de seis años, de Joan Matabosch como director artístico del Teatro Real. Esta decisión se produce tras concluir el proceso habitual para la designación del responsable de la dirección artística del Teatro Real iniciado hace tres meses, y en el que se han considerado candidaturas de destacados profesionales de distintas nacionalidades.
Asimismo, la Comisión Ejecutiva del Teatro Real ha acordado que la incorporación de Joan Matabosch se produzca con carácter inmediato.
Joan Matabosch (Barcelona, 1961), tiene la carrera de Piano, Canto y Armonía. Es Licenciado en Ciencias de la Información por la Universidad Autónoma de Barcelona y ha estudiado Sociología en la Complutense de Madrid. Desde 1997 es el director artístico del Gran Teatre del Liceu de Barcelona. Durante su prolongado mandato ha favorecido la normalización en el repertorio del Liceu de los grandes compositores del siglo XX, además de haber potenciado la presencia de los mejores cantantes, directores de orquesta y de escena. Ha desarrollado un gran proyecto audiovisual, que incluye más de 50 ediciones de producciones del Liceu, y ha impulsado las coproducciones con los grandes teatros internacionales. Ha sido fundador y Presidente de Opera Europa y forma parte de jurados de prestigiosos concursos internacionales, musicales y líricos.
El proyecto artístico presentado por Joan Matabosch plantea una propuesta artística equilibrada y coherente con el actual proyecto del Teatro Real, especialmente en las vertientes de exigencia de una gran calidad musical y de proyección internacional.
El presidente del Teatro Real ha informado al presidente del Gran Teatre del Liceu de esta decisión y del propósito de llevarla a cabo con la flexibilidad necesaria para facilitar el periodo de transición, dentro del espíritu de colaboración que preside la relación entre ambas instituciones. A estos efectos Joan Matabosch continuará colaborando con el Liceu hasta que se produzca su reemplazo en dicha institución.
La Comisión Ejecutiva, consecuentemente, ha decidido reemplazar al que hasta ahora ha sido director artístico del Teatro Real, Gerard Mortier. Esta decisión se produce tras sus recientes pronunciamientos públicos en los que manifestaba su decisión de dejar el Teatro Real si se eligiera a un candidato que no fuese de su propuesta.
El Teatro Real, en todo caso, lamenta profundamente el estado actual de salud de Gerard Mortier, deseando su pronto restablecimiento, y hace constar públicamente su reconocimiento por la extraordinaria labor realizada durante los cuatro años que ha durado su relación profesional con el Teatro Real.

TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - EL ESTAFADOR ANACRONICO,.

EL ESTAFADOR ANACRONICO,.

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La desconfianza en el funcionamiento de las instituciones de justicia, perceptible en amplios sectores de la sociedad española actual, no parece limitarse a nuestro país, al considerar el elevado número de organizaciones privadas que, en el mundo occidental, se dedican a proteger a ciudadanos inocentes. Se trata de personas condenadas a largas penas de prisión por delitos que no han cometido o de los cuales solo serían responsables por ignorancia o abuso de confianza atribuible a los verdaderos delincuentes.

El autor de esta interesante y divertida novela, John Grisham (Jonesboro, Arkansas, USA, 1955) , que ejerció durante años la carrera de abogado, ha llegado a convertirse, con el paso del tiempo, en defensor de causas perdidas a través de la actividad de la Innocence Proyect, organización que dirige en Nueva York y Mississippi, dedicada a la rehabilitación de inocentes condenados por asesinato.
En sus escritos, ensayos, novelas y guiones cinematográficos se inspira en casos reales que él convierte en ficciones literarias al variar las circunstancias de los hechos y alterar los nombres de personas y lugares con el fin de evitarse problemas con los tribunales. Sin embargo, si en verdad los relatos aparecen presentados como producto de la imaginación del autor, su evidente parecido con la realidad no es pura coincidencia.
En esta ocasión, la novela se inicia con el desolado testimonio de un preso de color, Malcolm Bannister, condenado a diez años de prisión por delitos que no ha cometido. Al iniciar sus confidencias, declara haber cumplido ya la mitad de la pena y encontrarse en un estado próximo a la desesperación, al pensar que todavía la restan otros cinco para obtener la libertad. Su desolada actitud se basa en los hechos que analiza una y otra vez.
Tras su condena, ha sido incapacitado para ejercer su profesión y apartado del colegio de abogados. Su mujer, que le había jurado esperar fielmente su salida, solicitó el divorcio a los pocos meses de ingresar en prisión para contraer nuevo matrimonio. Dolor añadido: no volvería a ver a su hijito de 6 años, adoptado por el marido de recambio. Además, su escaso patrimonio solo sirvió para cubrir los gastos procesales y pagar las minutas de los letrados de su inútil defensa. Se encontraba, pues, en la más absoluta ruina.
Los numerosos escritos de descargo en solicitud de una revisión del caso fueron rechazados por sistema, uno trás otro. Pese a todo, su inocencia hubiera resultado fácil de comprender, teniendo en cuenta que había sido víctima de un cliente sin escrúpulos que realizó transferencias ilegales, y no solicitadas, a la cuenta bancaria gestionada por Malcolm para cumplimentar sus encargos. Al percibir juego sucio ordenó la devolución de dichos fondos que el banco emisor se negó a recibir por orden del cliente. Los sucesivos intentos de rechazar el dinero fueron vanos. En todos los casos no hubo forma de reintegrar las astronómicas cifras acumuladas.
Mientras intentaba resolver la espinosa cuestión, el avispado cliente fue llevado ante los tribunales y Malcolm Bannister acusado de complicidad en una operación de blanqueo de dinero, delito por el que fue condenado el estafador que había utilizado el bufete como tapadera de sus turbios negocios.
Para agravar las cosas, resultó que los jueces, movidos por la alarma social, quisieron someter a los implicados a un castigo ejemplar.
Vuelto a la realidad actual, el preso había perdido toda esperanza. Agotados los medios legales a su alcance y consciente de que habría de cumplir la sentencia hasta el final, decidió cambiar de táctica. Se trataba ahora de utilizar otros medios más eficaces, aunque dudosamente morales: recurriría a la mentira el engaño, la estafa y el abuso, para recuperar la libertad y la vida que tan injustamente le había sido arrebatadas.
A partir de ese momento, procedió a desarrollar un malvado plan que durante meses había trazado hasta sus últimos detalles. La ocasión se le ofreció el asesinato de un acreditado juez federal que resultó no ser lo que aparentaba. Un buen día apareció muerto por disparos de bala en su refugio de montaña en compañía de su hermosa y joven amante
El FBI, encargado del caso, no lograba disponer de las pistas que permitirían descubrir al autor del crimen y los móviles que le impulsaron a cometerlo.Pasan los meses y las investigaciones se paralizan. Es el momento deseado por Bannister para iniciar su plan: ofrece a los federales revelar la identidad del asesino a cambio de su libertad inmediata, de cambiar de personalidad, y disponer de protección policial, además de percibir la sustanciosa recompensa ofrecida por la captura del asesino. El FBI s traga el anzuelo, Bannister se reintegra a la vida civil con otro nombre y al amparo del gobierno que antes lo había perseguido con saña. Logrado el éxito del primer engaño, pone en práctica el segundo: el personaje denunciado no es el culpable de la muerte del juez y de su querida.
Es, simplemente, un traficante de drogas mafioso, amigo de Bannister ,que deberá ser puesto en libertad y anulados los cargos de la justicia contra él. A cambio, esta vez les dará el nombre, datos y pruebas sobre el verdadero asesino.
Como la vez anterior, el negocio no le saldrá gratis a la policía y al Estado Federal. Habrán de permitir que Bannister retenga buena parte del botín-millones de dólares en lingotes de oro-que el juez ocultaba en su caja fuerte y que llegó a manos de Bannister con la ayuda de su socio delincuente. Las trampas han dado el resultado que no lograron las vías legales.
La trama argumental llega a su desenlace: el FBI se marca el éxito de capturar al asesino del juez y de su amante. Bannister, convertido en millonario se afinca en Antigua, paradisíaca isla del Caribe acompañado por su nueva mujer y después de haber renunciado a su ciudadanía norteamericana. Y todos contentos.
La moraleja negativa de la historia es decir el triunfo de la astucia y la trampa sobre la ley y la justicia, queda suavizada por lo inverosímil de la trama, el sentido e humor que preside el relato y la evidente paradoja de un relato ideado para dejar al descubierto la lagunas legales, la corrupción de algunos jueces y los errores de la policía federal, prepotente, servil ante el poder y burocratizada.