Un mundo sin trabajo,.
La cuarta revolución industrial reemplaza al ser humano por la robótica y la automatización,.
La ola tecnológica exige a los trabajadores la adaptación productiva y máxima flexibilización que impone la lógica digital, provocando una fractura social y laboral irreparable,.
Los robots habían conquistado el terreno en las fábricas y ahora comienzan a ocupar el espacio de los empleos más cualificados, poniendo en riesgo millones de trabajos, que se creían inmunes al avance tecnológico,.
Las máquinas han ido entrando en nuestra vida en todos y cada uno de los sectores. Cada vez son más eficientes, autónomas y útiles. Están programadas para ser más fiables y menos costosas que los humanos y estas virtudes han entrado en colisión con el sistema socio-laboral que rige. “En la sociedad actual, quitarle el trabajo a los humanos no significa liberarlos, sino condenarlos a la precariedad”, afirma un ingeniero programador en “Un mundo sin trabajo”. Reformas laborales, tasas de paro y pleno empleo son conceptos en desuso, que están siendo barridos por la revolución de la tecnología en curso.
TITULO: Comando Actualidad - Las zapatillas del odio - MARTES -13- FEBRERO ,.
’, este martes -13- febrero a las 23:00 por La 1 , en Comando Actualidad,.
Las zapatillas del odio,.
Las zapatillas del odio,.
Dmax recrea la rivalidad entre los hermanos Adolf y Rudolf Dassler, fundadores de Adidas y Puma. «Su deseo de superarse les aisló», dice Christian Friedel, que encarna en la serie al empresario de las tres rayas,.
La trama arranca en 1924 en Herzogenaurach, un pueblo próximo a la ciudad bávara de Nuremberg conocido por su tradición zapatera. Corren años difíciles para Alemania debido a la crisis que sufrió el país tras la Primera Guerra Mundial, pero los jóvenes hermanos Dassler deciden probar suerte con un nuevo tipo de calzado deportivo, una extravagancia para el resto del gremio. No será hasta las Olimpiadas de Berlín de 1936 cuando alcancen el éxito, gracias, en parte, a la épica victoria del afroamericano Jessie Owens, que calzaba unas Adidas con clavos. Fueron años de trabajo y de fama, hasta que llegó la Segunda Guerra Mundia. Rudolf fue llamado a filas y Adolf, apodado 'Adi', quedó a cargo de la empresa. Puesto que mantendría tras la contienda y que provocó los celos de su hermano, que fundaría Puma, al otro lado del río, y que iniciaría una competencia entre ambas marcas que llega hasta nuestros días.
«Creo que no es raro que las personas con un perfeccionismo pronunciado tengan una tendencia al comportamiento solitario que les acabe enfrentando con su círculo personal. Su deseo desenfrenado de superar los límites a veces los aísla de la vida y se sienten satisfechos solo cuando el trabajo satisface sus necesidades. Adi Dassler tuvo ese impulso, pero aun así logró mantenerse como un hombre de familia. Un experto, ciertamente no exento de errores, pero con un gran corazón, esa sería mi interpretación de Adi Dassler en pocas palabras», explica Christian Friedel a este periódico.
La rivalidad tiene su clímax en el Mundial de México de 1970, en la que ambos lucharon por que Pelé, la gran estrella futbolística del momento, vistiera una de sus botas en el terreno de juego. Al final Puma consiguió que el astro brasileño firmara con ellos gracias a una cantidad económica desorbitada. Eso sí, no se limitaría solo a calzarlas, cuando arrancó el primer partido de la competición, el futbolista llevaba las botas desatadas aposta y pidió al árbitro que retrasara el inicio para poder atárselas y que todas las cámaras filmaran en primer plano el logotipo de la empresa de Rudolf.
Medio siglo de Historia
Además del reto interpretativo, una de las mayores dificultades de la serie ha sido caracterizar a los protagonistas y envejecerlos paulatinamente, ya que la trama abarca más de medio siglo de historia. «Conforme avanzaba el rodaje nos fueron añadiendo una piel exterior de silicona de manera artificial, fue una ayuda importante para nuestra actuación. Siguiendo el guion como base, he estado escaneando e intentando entender las situaciones, incluso cuando se le ve como una persona más joven desde el exterior. Este rodaje estaba muy vivo, con apariencias externas que ayudaron a explorar el interior. Normalmente trabajo al revés. Para mí, como un actor al que le gusta ser tenaz y fiel a la historia, fue una gran experiencia, sacó mi lado juguetón», recuerda Friedel.
-Si pudiera hacerle una pregunta al verdadero Adi Dassler, ¿cuál sería?
- ¿Volviste a ver a tu hermano, hablaste con él?,.
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