Una reunión maratoniana por videoconferencia entre altos cargos del Gobierno de España y la UE dio ayer luz verde para la repatriación de Miguel Pajares, el misionero toledano de Orden Hospitalaria de San Juan de Dios y de 75 años contagiado por el virus del ébola en Liberia. Representantes de Sanidad, Interior, Defensa, Exteriores (de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo) y, en constante comunicación con Protección Civil Europea, valoraron los riesgos para la salud que puede tener traer de vuelta al país a una persona portador de este virus, que ha provocado 887 muertes en Sierra Leona, Guinea, Sierra Leona y Nigeria. Un Airbus del Ala 45 de la Fuerza Aérea Española tenía previsto partir esta madrugada de la bas madrileña de Torrejón camino de Monrovia, según indicaron fuentes militares. Un aparato que se medicalizó y se equipó con personal militar.
Tras evaluar las consecuencia de la repatriación de Pajares, según indicaron fuentes de Sanidad, el Ministerio que dirige Ana Mato dio luz verde al regreso del religioso toledano, que se sentía «abandonado» en el hospital de Monrovia donde está confinado. El Ejecutivo de Liberia decidió la semana pasada cerrar los centros de salud donde se han producido casos de ébola. De esta manera, en el hospital de Saint Joseph sólo se encuentran el religioso manchego y otras cinco personas más: las hermanas Chantal Pascaline Mutwameme y Paciencia Belgar, que también dieron positivo en las pruebas del ébola; la misionera española de la orden de la Inmaculada Concepción Juliana Bohi, el enfermero George Combey y el administrador del hospital, Eugene Osei-Wusu, que dieron negativo a las pruebas del virus.
Los detalles del viaje de vuelta se realizará siguiendo el protocolo de máxima seguridad que establece la Organización Mundial de la Salud (OMS). «La máxima seguridad está garantizada», insistieron desde Sanidad, que añadieron que el riesgo de contagio es «muy bajo». Este protocolo incluye el uso de trajes especiales, vehículos completamente esterilizados antes y después de su uso, el traslado, la llegada a zona aeropuertaria con poco público, la llegada a unas instalaciones sanitarias adecuadas para tales enfermos... Unos datos que desde el Ejecutivo no se facilitaron. Al igual que se desconoce cuándo se va a poner en marcha el operativo y las negociaciones con el Gobierno liberiano para poder sacar a Pajares de Monrovia.
Un operativo similar al que ha llevado a los dos estadounidenses de vuelta a casa, los otros dos occidentales repatriados. El médico Kent Brantly y la misionera Nancy Writebol ya se encuentran en Atlanta, en el Hospital Universitario Emory. La misionera llegó ayer, con un estado de salud más estable y con apetito. Todo lo contrario que Pajares. «Tengo 38 grados de fiebre, una sed horrible, estoy muy débil y no tengo apetito ni ganas de nada», señaló en Radio Castilla-La Mancha. Con voz apagada, el sacerdote hizo un balance positivo de su vida como misionero durante cinco décadas: «Ha merecido la pena mi labor». Igualmente declaró no arrepentirse de haber cuidado del director del Hospital de Monrovia, que le contagió el virus, el hermano Patrick Nshamdze, que falleció el pasado domingo después de dos semanas luchando contra el virus.
Los dos pacientes estadounidenses están recibiendo unas vacunas experimentales que está dando buenos resultados, según las escasas informaciones que se han ido desvelando. Por otra parte, el Hospital Monte Sinaí de Manhattan anunció que está analizando a un hombre que viajó a un país de África occidental en el que se han registrado casos de ébola. El hombre llegó a urgencias el lunes con fiebre alta y dolor de estómago, pero «en buen estado», según el hospital, que aún no tiene los resultados.
Sin vuelos
El Banco Mundial movilizó 200 millones de dólares de urgencia para ayudar a los países afectados a contener la epidemia. El presidente de la organización, Jim Yong Kim, especialista en enfermedades infecciosas, expresó su inquietud al afirmar que «numerosas vidas están en peligro si no logramos detener la epidemia de ébola en su recorrido». Ayer el número de fallecidos por la epidemia ascendía a 887 personas, después de registrarse 61 nuevas muertes, según la OMS. Además, el Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional calcularon que por culpa de la epidemia Guinea perderá un punto porcentual de su PIB, que caerá de un 4,5 % a un 3,5%.
Por otra parte, British Airways anunció que suspendía sus líneas regulares a Sierra Leona y Guinea. Una media que también había tomado antes la línea pérsica Emirates.
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