BLOC CULTURAL,

BLOC CULTURAL,

domingo, 11 de marzo de 2018

Imprescindibles -Félix Rodríguez de la Fuente - Lunes -12- Marzo,./ EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS - RAE. La norma y la palabra - LUNES -12- MARZO,.

TITULO: Imprescindibles  -Félix Rodríguez de la Fuente -  Lunes -12- Marzo,.


Imprescindibles,.

El animal humano: un homenaje a Félix Rodríguez de la Fuente,.

De Félix Rodríguez de la Fuente se puede afirmar sin ningún rubor que fue una de las personalidades más influyentes de la segunda mitad del siglo XX, hasta el punto de marcar con su trabajo a un par de generaciones de españoles.
Imprescindibles - Félix Rodríguez de la Fuente fue un maestro de la cetrería
“ …estamos destruyendo nuestro medio ambiente y si lo destruimos nos destruimos a nosotros mismos …“
 …estamos destruyendo nuestro medio ambiente y si lo destruimos nos destruimos a nosotros mismos …
Félix con su esposa Marcelle, en una fotografia de los años 60 ( Familia Rodríguez de la Fuente)La importancia de esta cita no está tanto en el mensaje, por otra parte indiscutible. La importancia de esta cita radica en el cuándo: en un momento de la historia en que pocas personas podían definir el significado de la palabra ecología y por supuesto en un momento en que la ciencia aún no podía aseverar que muchas enfermedades o problemas que aquejan a nuestra sociedad tienen origen en la degradación ambiental. La cita en cuestión se pronunció en 1969 en un modesto programa de TVE llamado “Fauna” y su autor no es otro que Félix Rodríguez de la Fuente.
Félix con su esposa Marcelle, en una fotografia de los años 60 ( Familia Rodríguez de la Fuente)
 Retrato de Félix Rodríguez de la Fuente

Félix Rodríguez de la Fuente: “el animal humano”

Retrato de Félix Rodríguez de la Fuente
Félix Rodríguez de la Fuente (1928-1980) fue un naturalista y divulgador de la naturaleza, director y realizador de documentales para Televisión Española en la que destaca por encima de todo la serie “El hombre y la Tierra”.
Se cuenta que a principios de la década de los 80, el 70% de los alumnos matriculados en Ciencias Biológicas ocupaban las aulas porque querían emular a Félix; difícilmente hoy, encontraríamos a alguien con uso de razón, que no recuerde lo que estaba haciendo el día que murió Félix Rodríguez de la Fuente aquel 14 de marzo de 1980.
Imprescindibles - Lo que más le preocupaba a Félix Rodríguez de la Fuente era la capacidad de la raza humana para hacerse daño a si misma
  El naturalista Luis Miguel Domínguez, en un momento de la entrevista

“entender la infancia como proyección de futuro”

El naturalista Luis Miguel Domínguez, en un momento de la entrevista
Son las vivencias de la infancia las que determinan nuestra vida adulta. Con esta premisa, el documental retrocede en el tiempo y rebusca en los recuerdos infantiles de espectadores como el ilustrador gráfico Fernando Ferreiro, que se pegaba al televisor para escuchar anonadado a un señor que le cambió su forma de ver el mundo. “cuando empezaba “el hombre y la tierra se hacían un silencio natural sagrado que hacía que el mensaje entrara suavecito y de manera directa” recuerda el naturalista Luis Miguel Domínguez, otro de esos niños marcados por el sello de Félix. Los lobos no eran asesinos sanguinarios –les contaba- o los ratones tenían nombres y vida propia como la del simpático lirón careto, que consiguió entrar en la lista de especies protegidas gracias en parte a un episodio de “el hombre y la tierra”.
 Félix Rodríguez de la Fuente, en una imagen de 1970 (Archivo CRUSAFONT) Félix Rodríguez de la Fuente, en una imagen de 1970 (Archivo CRUSAFONT)

Félix y los niños

Carta de una niña a Félix, en la que le manifiesta su repulsa al maltrato animal
  Carta de una niña a Félix, en la que le manifiesta su repulsa al maltrato animal
Su verdadero público eran los niños, porque pensaba que la juventud el día de mañana se dejarían de tanta palabra y pasarían a los hechos” explica su viuda Marcelle Parmentier. Rodríguez de la Fuente sembró intencionadamente la conciencia ecológica, tan pronto llegó a la televisión se dio cuenta de su poder de seducción, de su talento para comunicar y supo sacarle partido en una España que sólo distinguía a su fauna en función de si era una buena pieza de caza o que sólo valoraba sus paisajes y ecosistemas por la rentabilidad económica de sus recursos….
“Querido amigo Félix (….) pienso que Dios ha puesto en el mundo a los animales para que los veamos correr y crecer y no para matarlos, por eso me gustan mucho sus programas” (Carmen, 1976)
Este fragmento corresponde a una carta enviada a Rodríguez de la Fuente por una niña de 8 años. El documental ha tenido el privilegio de hurgar en el archivo personal del naturalista: miles de documentos entre los que destaca la correspondencia que mantuvo con su público infantil y adulto. Como cuenta el profesor de historia de la ciencia Carlos Tabernero “esas cartas tienen un valor histórico incalculable porque en ellas se puede ver el nacimiento de la cultura ecologista con Félix como inductor desde su posición mediática”
Félix y los niños: "Su verdadero público eran los niños..."
Imprescindibles - Félix y los niños: "Su verdadero público eran los niños..."

La obra magna

La obra que le catapultó fue “el hombre y la tierra” una serie de documental que estuvo en antena desde 1974 hasta 1981
La trayectoria audiovisual de Félix Rodríguez de la Fuente se desarrolló casi por completo en TVE. Estuvo al frente de varios programas como Fauna, Animalia o Planeta Azul… Pero sin ningún género de duda, la obra que le catapultó fue “el hombre y la tierra” una serie de documental que estuvo en antena desde 1974 hasta 1981, un año después de su muerte. “el hombre y la tierra” se divide en tres grandes bloques: las series venezolana y americana primera y última respectivamente y la ibérica considerada por muchos su obra magna.
 Félix y Teodoro Roa en el rodaje de
Félix y Teodoro Roa en el rodaje de "El hombre y la Tierra"
Con la serie ibérica, Félix quería dejar constancia documental de la rica biodiversidad de la Península. “Lo importante de Félix no fue que hiciera conocer a los españoles el Serengueti sino que les hiciera admirar los tesoros propios, el patio trasero de un país donde había refranes como “ave de paso garrotazo” valora el reconocido científico Miguel Delibes de Castro, antiguo colaborador suyo en la enciclopedia “Fauna”.
  Apuntes de rodaje anotados por Félix en sus cuadernos de campo originales.
Apuntes de rodaje anotados por Félix en sus cuadernos de campo originales.
”El hombre y la tierra” fue un éxito sin precedentes para TVE, premios y reconocimientos internacionales, ventas al extranjero y prestigio mundial para una empresa que en esos momentos casi se situó a la altura de la BBC en la producción de documentales de naturaleza. Pero las relaciones de Félix Rodríguez de la Fuente con TVE no siempre transcurrieron un camino de rosas: la sombra de la censura ante determinados enunciados científicos hicieron saltar más de una chispa entre el naturalista y los directivos de televisión.
Imprescindibles - La obra maestra de Félix Rodríguez de la Fuente fue la serie ibérica de "El hombre y la Tierra"
Imprescindibles - La obra maestra de Félix Rodríguez de la Fuente fue la serie ibérica de "El hombre y la Tierra"

El hombre y todo lo demás….

Los rollos en cine 35mm han aguantado bien el paso del tiempo lo que ha permitido a los servicios de Fondos Documentales de RTVE restaurar a alta definición los capítulos más emblemáticos de la serie, cuyos fragmentos que se muestran en este documental.
La serie "El hombre y la Tierra" se rodó en cine, en 35 mm., lo que permitió obtener imágenes de gran calidad
 La serie El trabajo de Rodríguez de la Fuente no estuvo exento de polémica, especialmente por el uso de los animales en sus filmaciones. “Pero algunas de esas imágenes con animales amaestrados –cuenta el naturalista Carlos Sanz- no sólo dieron la vuelta al mundo sino que además contribuyeron a salvar de la extinción a especies como el lobo ibérico”.
Imprescindibles - El lobo ibérico, el mejor amigo de Félix
Félix fue pionero en analizar la relación del ser humano con su entorno.
Félix Rodríguez de la Fuente fue un naturalista y divulgador de la naturalezaPoco nos hemos parado hasta ahora a reflexionar sobre la trascendencia del título de “el hombre y la tierra”. Fue la primera vez que un programa de naturaleza incluía al hombre en el mensaje o dicho de otra manera Félix fue pionero en analizar la relación del ser humano con su entorno.
A Rodríguez de la Fuente se le conocía como al amigo de los animales, una apreciación que su hija Odile considera errónea “él sentía una profunda admiración por la humanidad y lo que más le preocupaba era la capacidad de la raza humana para hacerse daño a si misma”.
Imprescindibles - Félix Rodríguez de la Fuente fue un naturalista y divulgador de la naturaleza,.
 
 TITULO: EN PORTADA CRONICAS MUJERES VIAJERAS -RAE. La norma y la palabra - LUNES -12- MARZO,.

El lunes -12- marzo a las 23:30 por La 2, fotos.

RAE. La norma y la palabra,.

  • La Real Academia Española surgió de una reunión de 8 ilustrados en el palacio del Marqués de Villena, fundador y primer director de la institución, en el verano de 1713,.

  • Durante 266 años no hubo mujeres en la Real Academia. En 1979 leyó su discurso de ingreso Carmen Conde, la primera académica de la RAE. Actualmente hay 8 académicas,.

  • En 2014 se publicó la última edición del Diccionario de la Lengua Española (DLE), la vigésimo tercera. Contiene 93.000 palabras que suman más de 200.000 acepciones,.

  • Las futuras ediciones del Diccionario serán, en origen, digitales. Además cada año se irán añadiendo vocablos, modificaciones o enmiendas,.

  • La Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE) reúne a las Academias de 23 países de habla hispana,.

  • Las decisiones sobre las principales obras académicas se toman por consenso entra las academias de la ASALE,.


De las 6.000 lenguas que se hablan en el planeta, el español es la tercera en número de hablantes. Somos 500 millones. Sólo el 9% vivimos en España. Por eso, aunque le llamemos “español”, el idioma es patrimonio de todos y cada uno de los integrantes de esa extensa comunidad que se extiende del sur al norte de América, en Filipinas, en Guinea Ecuatorial, y, claro está, en España, aunque en el resto del planeta también hay hispanohablantes. Todos dan, damos, vida a la lengua, la enriquecemos, la adaptamos, la modificamos… Las Academias de la Lengua Española están atentas, toman el pulso al idioma y orientan sobre su uso más adecuado, pero al final, los hablantes deciden, decidimos.

LA ACADEMIA, LOS ACADÉMICOS, LAS (POCAS) ACADÉMICAS

A comienzos del siglo XVIII la gran lengua de prestigio en Europa era el francés. Ejercía una importante presión sobre las comunidades limítrofes, ser afrancesado estaba de moda. En el verano de 1713, en Madrid, un grupo de 8 ilustrados preocupados por la pureza de la lengua castellana se reunieron en el palacio de uno de ellos, el marqués de Villena. De aquel encuentro surgió la Academia Española de la Lengua. Al año siguiente el rey Felipe V, el primer Borbón en el trono español, otorgó a la nueva institución el título de Real.
Aquellos 8 académicos son los primeros de una lista que casi alcanza los 500 en los más de tres siglos de historia de la RAE. En el listado, no podía ser de otra manera, hay nombre prominentes de las letras (Castelar, Zorrilla, Echegaray, Benavente, Baroja, Menéndez Pidal, Azorín…), también algunas ausencias (Valle Inclán, Jardiel…), una especialmente lacerante: las mujeres. Hay que llegar a 1979 para encontrar a la primera académica, Carmen Conde. Durante más de dos siglos y medio fueron discriminadas, y aquí hay que citar a Emilia Pardo Bazán, Carmen de Burgos, Concha Espina, María Moliner… En los últimos años se intenta reparar esa brecha. Hoy en los 46 sillones de la RAE se sientan 8 mujeres.

EL LEMA QUE FUE Y EL QUE NO FUE - Darío Villanueva / DIRECTOR DE LA RAE (Silla D)
EL LEMA QUE FUE Y EL QUE NO FUE - Darío Villanueva / DIRECTOR DE LA RAE (Silla D)
Las sedes
Hasta 1894 los académicos no tuvieron un lugar propio donde celebrar sus reuniones. Ese año se inauguró el edifico creado para la RAE por el arquitecto Miguel Aguado de la Sierra, una construcción de estilo clasicista que se elevó sobre terrenos cedidos por la Corona junto al Museo del Prado y la iglesia de los Jerónimos. La obra fue costeada a medias por el ejecutivo y los académicos.
La suntuosidad del palacio contrasta con el espíritu austero y metódico que preside la actividad académica. De sus estancias cabría destacar tres:
  • La Sala de Académicos de la Biblioteca, con sus estanterías repletas de valiosos volúmenes, si bien los más extraordinarios (manuscritos, códices, incunables…) se conservan en la cámara de seguridad, junto a otros objetos de valor acumulados durante años por la RAE. Un tesoro. Los fondos bibliográficos de la Academia cuentan unos 280.000 volúmenes.
  • El Salón de Plenos, el lugar donde se toman las grandes decisiones para el diccionario y las otras obras académicas, también donde se realizan las votaciones para la elección de nuevos miembros. La sillas, con sus 46 letras talladas, se alinean sin orden alguno en torno a una impresionante mesa ovalada, y bajo una no menos impresionante lámpara.
  • El Salón de Actos es el lugar de las grandes ocasiones, de las tomas de posesión y los discursos de ingreso. Presiden la estancia los retratos de Felipe V y de Miguel de Cervantes, éste último, la imagen más difundida del genial escritor, es en realidad un retrato apócrifo. El noble salón es a menudo lugar de representaciones, lecturas públicas y otros eventos.
Desde 2.007 la RAE cuenta además con otra sede, un moderno edificio cedido por el gobierno en la madrileña calle de Serrano.
Los jueves, comisiones y pleno
Cada jueves, excepto en los meses estivales, el silencio reinante en los pasillos y estancia de la Real Academia cede al murmullo contenido de los académicos. Es el día de las reuniones semanales, de las comisiones y el pleno. La mayor actividad se registra por la tarde.
En el vistoso perchero de la entrada, cada percha tiene asignado a su correspondiente académico. Cuando se produce una vacante por fallecimiento, la asignación avanza a la percha siguiente. El perchero es una medida de tiempo en la Real Academia. Los jueves se llena de abrigos.
A las seis de la tarde los académicos se reparten en distintas comisiones, con contenidos específicos (Neologismos, Lenguaje Científico, Ciencias Sociales, Cultura…). En estos grupos de trabajo cuentan con al apoyo de los lexicógrafos de la Academia que se encargan además de preparar el material sobre los asuntos a debatir. De aquí, de las comisiones, saldrán las propuestas para el pleno.
El pleno comienza a las siete y media de la tarde, convocado a toque de campanilla por el académico que ejerce de censor (censor, según la tercera acepción del Diccionario: En las academias y otras corporaciones, persona que se encarga principalmente de velar por la observancia de estatutos, reglamentos y acuerdos). En torno a la mesa ovalada los académicos se sientan para debatir sobre los temas sustanciales: la incorporación de nuevas palabras al Diccionario, las alteraciones de acepciones o de normas ortográficas o gramaticales, los planes de la institución, la cobertura de vacantes académicas… Todos los asuntos se trasladan a las otras 22 academias de la lengua española para que expresen sus opiniones. Las decisiones finales quedan para una Comisión Delegada del Pleno, a no ser que el tema sea tanta enjundia que aconseje volver a la mesa oval.
Durante el pleno, las cuatro puertas de acceso a la sala permanecen cerradas. Los debates, a veces encendidos, siempre respetuosos, tienen por testigos a Góngora, Quevedo, Calderón, Lope o Jovellanos, que, desde la quietud de sus retratos, observan impertérritos, serenos, cuanto allí sucede.

EL TIEMPO Y EL PERCHERO - José María Merino / ACADÉMICO DE LA RAE (Silla m)
EL TIEMPO Y EL PERCHERO - José María Merino / ACADÉMICO DE LA RAE (Silla m)
vacante: 1. adj. Que está sin ocupar
Un académico lo es de por vida. Son puestos vitalicios. Cuando se produce un fallecimiento se pone en marcha un proceso que comienza por publicar la vacante en el BOE. A partir de ahí se abren las propuestas de candidatos; cada candidatura debe ser avalada por tres académicos. La elección del nuevo académico contempla un máximo de 3 votaciones, con diferentes quórums. Como mínimo se requerirá la mayoría absoluta, mitad más uno de los votos, de los académicos presentes en la sesión.
El académico electo tiene un plazo máximo de dos años para leer su discurso de ingreso, para tomar posesión de su silla. Para la ocasión, el Salón de Actos acoge autoridades y brillos, y no suele quedar libre ninguna de sus más de 300 localidades. El nuevo académico podrá hacer uso de tan prestigiosa condición, además adquiere el tratamiento de excelentísimo o excelentísima. No cobrará sueldo alguno por su labor académica, solo un gaje o dieta -140 €- por cada reunión a la que asista.
ASALE y el panhispanismo lingüístico
En 1495, tres años después de que Colón pusiera pie en América, el eminente humanista Antonio de Nebrija incluyó en su "Vocabulario español-latino" el término canoa para designar a una embarcación de un solo tronco. La palabra, tomada del taíno que se hablaba en la zona caribeña, fue recogida por el propio Colón en sus diarios. Nebrija la convirtió en el primer americanismo de un diccionario de la lengua española. Hoy son miles las palabras americanas que forman parte de nuestro idioma, palabras de uso común que todos utilizamos a diario, que forman parte del tronco central del léxico del español. Nuestro mundo sería más pobre sin chocolate, sin hamacas, sin tomates, sin caimanes ni jaguares… Necesitaríamos palabras nuevas para designar a los huracanes, al caucho, al poncho, a la caoba… Pero en el DLE hay también numerosas palabras que se desconocen fuera de una zona determinada, que se utilizan solo en un ámbito geográfico, palabras que enriquecen el idioma, que aportan diversidad. Porque los 500 millones de hablantes del español deben entenderse, pero no necesariamente hablar igual. Viva la diversidad, viva la unidad.
En la búsqueda permanente de ese equilibrio entre lo particular y lo común trabajan las 23 academias que integran la Asociación de Academias de la Lengua Española (ASALE), surgida en 1951 por iniciativa del entonces presidente mejicano, Miguel Alemán. Junto a la RAE y las academias de los países americanos (incluida la Academia Norteamericana) están asociadas las academias de Filipinas y Guinea Ecuatorial. La sede principal de la RAE acoge también a la sede de la ASALE. El director de la Academia española es presidente nato de la asociación de academias.
En el seno de la ASALE ha surgido y se ha potenciado la política lingüística panhispánica. Desde hace dos décadas las distintas corporaciones colaboran de forma permanente en sus obras y proyectos. Estudian y debaten las distintas propuestas y someten a un amplio consenso las normas comunes de los hispanohablantes sobre léxico, gramática y ortografía.
El español , en definitiva, no es patrimonio exclusivo de los españoles que solo representan al 9% de los hispanohablantes.

¿"ESPAÑOL" O "CASTELLANO"? - Inés Fernández-Ordóñez / ACADÉMICA DE LA RAE (Silla P) ¿"ESPAÑOL" O "CASTELLANO"? - Inés Fernández-Ordóñez / ACADÉMICA DE LA RAE (Silla P)

LAS PALABRAS


En el origen, fue el diccionario

Fue la primera tarea que se impusieron los fundadores de la Real Academia, elaborar un diccionario de la lengua, del castellano, como ellos denominaban al idioma. Fue una tarea laboriosa y concienzuda. En 1726 apareció el primer tomo, trece años después se completó la obra con el sexto volumen de que se conoce como Diccionario de Autoridades. Junto a las palabras y sus acepciones loa académicos adjuntaron textos de autores de la época, ejemplos que certificaban la existencia del término y sus significados. Una obra tan extraordinaria como escasamente manejable. En 1780 la Real Academia publicó en primer Diccionario en un solo tomo, sin los textos de apoyo del Diccionario de Autoridades. Desde entonces se han publicado 22 ediciones más, la última en 2014.

El gran cambio. La revolución tecnológica 
Asistimos a los últimos días del DLE tal y como lo hemos conocido: un libro con una serie de términos, ordenados alfabéticamente, acompañados de sus correspondientes definiciones. La última edición del Diccionario recoge 93.000 palabras que suman más de 200.000 acepciones. Los académicos han tenido que optar por incluir los términos más relevantes del amplísimo léxico del idioma, pero muchos han quedado fuera del Diccionario. Es cuestión de espacio, un libro no da para mucho más. Por eso el DLE se elabora ya sobre una base digital, sin limitaciones espaciales, preparado para ofrecerse en línea. Posteriormente se editarán versiones en formato libro, versiones que podrán incluso adaptarse a las necesidades concretas de grupos de usuarios.
Es más, al finalizar cada año se publicarán ampliaciones del DLE que pasarán a integrar la edición digital. La primera ampliación, en diciembre pasado, incorporó 3.350 enmiendas, modificaciones o nuevos términos (posverdad, humus, buenismo, postureo…).
La informática ha revolucionado sobremanera el territorio lingüístico. Ha hecho posible que los usuarios podamos disponer en nuestros dispositivos de un enorme caudal de información, podamos consultar diccionarios, buscar sinónimos y antónimos, utilizar correctores ortográficos o sistemas de traducción automática… La Real Academia ofrece gratuitamente en su web, rae.es, todas las obras que produce: la Ortografía, la Gramática, el DLE -la aplicación digital del Diccionario recibe 800 millones de consultas anuales-, el Diccionario de Dudas, el de Americanismos, el Histórico… Pero además ofrece gran cantidad de sus fondos digitalizados, desde las fichas de sus viejos ficheros (más de 10 millones de fichas léxicas o lexicográficas) o los discursos de ingreso de los académicos, a buena parte de los extraordinarios volúmenes de su biblioteca y los documentos de su archivo.
La revolución tecnológica ha posibilitado también afrontar obras que hace sólo tres décadas resultaban inabarcables, trabajos de tal amplitud que casi escapan a la comprensión, como el “Corpus del español del siglo XXI” (CORPES XXI) o el "Nuevo diccionario histórico del español". Ambos están en la red.
El CORPES XXI reúne textos seleccionados con criterios proporcionales (70% de América, 30% de España), cronológicos y temáticos entre todas las zonas de habla hispana. Son textos de todo tipo, escritos y orales, de ficción o no ficción, novelas, panfletos, convocatorias oficiales, mensajes de Twitter, artículos periodísticos, prospectos, guiones cinematográficos, noticiarios radiofónicos o televisivos… Una enorme base de datos que cada año va acumulando 25 millones de formas (formas ortográficas que van entre dos blancos en un texto, o entre dos silencios en el lenguaje oral). En este momento quien acceda al corpus puede consultar 227 millones de formas, con sus significados, sus acepciones, las zonas donde se emplean… El CORPES XXI ofrece, e irá ofreciendo, una panorámica perfecta, precisa, del uso de la lengua en cada momento. Es una herramienta fundamental para los investigadores, para los lexicógrafos, para la elaboración de otras obras académicas.
El “Nuevo diccionario histórico del español” (NDHE) pretender ofrecer el catálogo léxico completo del español, todas las palabras que han conformado el idioma a lo largo de su historia, las que se usan y las que han dejado de usarse. Nada más ni nada menos. Es el certificado de vida de las palabras, desde que llegaron a nuestra lengua. La tarea exige dosis de entusiasmo, perseverancia y paciencia. De momento llevan acumulados 2.600 términos, cada uno de ellos se presentan como parte de una familia (enfermedades, armas, instrumentos musicales, etc.), con su origen, sus sinónimos, sus acepciones, incluso con numerosos ejemplos de uso de la palabra. Para entender correctamente a los clásicos conviene tener a mano el enlace al NDHE, o simplemente para escarbar por pura curiosidad en las vicisitudes del léxico.
El “Español al día”

En el servicio de consultas del Departamento de “Español al día” trabajan nueve personas. Cada día atienden más de 300 consultas, dudas que les plantean los hablantes por dos vías: el formulario de consultas por correo electrónico en la web de la Academia, rae.es, y la cuenta de Twitter, @RAEinforma.
Es el departamento académico que mantiene un contacto más directo con los hablantes, el que mejor puede tomar pulso a la realidad del idioma. Atienden dudas que tiene que ver con todos los aspectos lingüísticos pero las más habituales son las de ortografía y las de uso de léxico. Entre éstas últimas destacan en los últimos tiempos las relacionadas con los extranjerismos ligados a las nuevas tecnologías y redes. La RAE recomienda siempre que, si lo hay, se utilice el término correspondiente en español (tableta en lugar de tablet). Otro asunto que suscita buen número de dudas es la utilización del femenino en vocablos que no lo tienen (miembra, portavoza, estudianta…); la Academia considera que hay que dejar hacer a los hablantes, en unos casos los usos se convencionalizan (infanta, presidenta, médica…), en otros no.
En sus respuestas, los profesionales del departamento adjuntan siempre la fuente donde pueden corroborar el uso adecuado. Es por ello que el servicio de consultas es una herramienta extraordinaria de difusión de las normas entre los hablantes.
Aprovechando el conocimiento directo del manejo cotidiano del idioma que proporciona el servicio de consultas, el departamento se encarga de redactar los borradores de dos de las obras fundamentales para fijar las normas: la “Ortografía de la lengua española” y el “Diccionario Panhispánico de Dudas”.
 

No hay comentarios:

Publicar un comentario