Harvey Weinstein , foto.
Harvey Weinstein,.
Harvey Weinstein | ||
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Weinstein en 2011. |
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Información personal | ||
Nacimiento | 19 de marzo de 1952 (65 años) Flushing, Nueva York, Estados Unidos |
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Nacionalidad | Estadounidense | |
Religión | Judaísmo | |
Partido político | Partido Demócrata | |
Familia | ||
Cónyuge |
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Educación | ||
Alma máter | ||
Información profesional | ||
Ocupación | Productor de cine | |
Años activo | desde 1981 | |
Empleador |
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Distinciones |
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Primeros años
Weinstein nació en el borough de Queens,6 en el seno de una familia judía.7 Hijo de Max y Miriam Weinstein, se crió junto a su hermano pequeño Bob Weinstein. Se graduó en el instituto John Bowne High Schooly posteriormente en la Universidad de Buffalo.89Weinstein, su hermano Bob y un amigo llamado Corky Burger produjeron una serie de conciertos de rock en Buffalo durante la década de 1970. Los Weinstein, que siempre habían sentido el deseo de entrar en la industria cinematográfica, aprovechan el dinero conseguido en dichos conciertos para crear una pequeña distribuidora de cine independiente a la que bautizaron como Miramax, uniendo los nombres de sus padres (Miriam-Max).
Sus primeros proyectos de la compañía fueron films sobre conciertos, como Paul McCartney's Rockshow. A principios de la década de los 80, Miramax adquiere los derechos de dos películas británicas filmadas para Amnistía Internacional. Trabajando junto a Martin Lewis, productor de los films, los hermanos Weinstein editaron los dos films en una sola película adaptada a los gustos del mercado estadounidense. El resultado fue The Secret Policeman's Other Ball, film que se convertiría en el primer gran éxito de la compañía.810
Miramax
Los hermanos Weinstein consiguieron llamar la atención de la crítica durante la década de los años 1980 con diversos films independientes, no obstante, los resultados comerciales fueron modestos. Pero el auténtico éxito no llegaría hasta 1989, cuando el film de Steven Soderbergh Sex, Lies, and Videotape, convertiría a Miramax en el principal estudio independiente de Estados Unidos.11En ese mismo año, Miramax distribuye en los Estados Unidos la película del director manchego Pedro Almodóvar ¡Átame! El film fue clasificado X, lo que limitó su difusión por el país. Weinstein, demandó a la Motion Picture Association of America por su sistema de calificación de películas. Más tarde la demanda fue retirada, pero tras este episodio la MPAA aceptó introducir una nueva calificación: No recomendado a menores de 17.
Miramax continuó reclutando jóvenes directores y añadiendo films a su catálogo hasta que en 1993, tras el éxito de The Crying Game, Disney ofreció a los Weinstein 80 millones de dólares por la compañía.12 El trato consolidó la influencia de los Weinstein en Hollywood y les permitió seguir al frente de la compañía. Al año siguiente Miramax lanzó su primer blockbuster, el film de Quentin Tarantino Pulp Fiction y distribuyó la película independiente Clerks, el debut en la dirección de Kevin Smith.
En 1996 Miramax ganó su primer Óscar a la mejor película con El paciente inglés (Pulp Fiction estuvo nominada el año anterior pero perdió ante Forrest Gump). Esto inició una serie de éxitos de crítica y público como Shakespeare in Love o El indomable Will Hunting.
The Weinstein Company
El 29 de marzo de 2005 se anunció que los hermanos Weinstein dejaban Miramax para formar su propia productora, llamada The Weinstein Company junto con otros ejecutivos, los directores Quentin Tarantino y Robert Rodríguez, y Colin Vaines,13 quien había estado al cargo del departamento de producción de Miramax durante 10 años. El nuevo estudio logró varias nominaciones por Transamerica y Mrs. Henderson Presents, y éxito de taquilla con Hoodwinked! y Scary Movie 4.La compañía Weinstein adquirió los derechos en Estados Unidos de la película The Oath of Tobruk, un documental sobre la revolución de Libia en el Festival de Cannes de 2012.14
Problemas legales
En febrero de 2009, el primer cantante de Sam & Dave, Sam Moore, inició un proceso legal contra Harvey y Bob Weinstein por el presunto uso de la carrera de Sam & Dave como modelo para la comedia Soul Men, protagonizada por Bernie Mac y Samuel L. Jackson.15 En febrero de 2011 el director Michael Moore emprendió una acción legal contra los hermanos Weisntein afirmando que los hermanos le debían millones por las ganancias de su documental Fahrenheit 9/1116 estrenado en 2004. En febrero de 2012, Moore llegó a un acuerdo con los Weinstein y la demanda fue retirada. Los términos del acuerdo no fueron revelados.17Acusaciones de acoso sexual
El 5 de octubre de 2017, Weinstein fue acusado por acoso sexual por parte de varias mujeres, entre ellas Ashley Judd. En una declaración para The New York Times, Weinstein dijo: «Entiendo que la forma en que me he comportado con mis colegas en el pasado ha causado mucho dolor y sinceramente pido disculpas por ello». Un asesor lo describió como «un viejo dinosaurio aprendiendo nuevos modales». Weinstein declaró que iba a alejarse del trabajo y asistir a terapia para «ocuparse del asunto sin rodeos».18 Sin embargo, su abogada, Lisa Bloom, dijo que «él descarta muchas de las acusaciones como evidentemente falsas».18 Tras las declaraciones de Judd, parte de la directiva de la compañía de Weinstein renunció como forma de protesta.19En 2015, Judd había escrito sobre las mismas experiencias de acoso en 2015 pero sin nombrar a Weinstein, simplemente indicando que se trataba de un «magnate del estudio». En aquella ocasión Judd afirmó que hablando con otros actores se dio cuenta de que «les había pasado exactamente lo mismo con exactamente el mismo magnate».19 Tras las acusaciones de Judd a Weinstein, la actriz Rose McGowan criticó al resto de las mujeres de Hollywood por su silencio con respecto al incidente.19 A raíz del escándalo, surgieron nuevas acusaciones, esta vez de parte de Lauren Sivan, una ex periodista de Fox News, quien declaró que Weinstein se masturbó frente a ella en los pasillos de un restaurante durante un evento privado. Tal incidente, según Sivan, sucedió más de una década atrás, pero la periodista guardó silencio al respecto «por miedo a sufrir represalias debido a la influencia de Weinstein en la industria de los medios de comunicación».20 Otra denuncia es de la actriz Paz de la Huerta, quien asegura que la violó en dos ocasiones.
La actriz Lena Headey también afirmo que Winstein la acoso sexualmente.
Apariciones en los medios
Harvey Weingard, un personaje interpretado por Maury Chaykin en la serie de televisión Entourage de la cadena HBO, está inspirado en Weinstein. Aunque el personaje es retratado como un productor intimidante y agresivo, Weinstein supuestamente ha respondido positivamente al personaje.21 El malhablado personaje Malcolm Tucker en la serie de la BBC The Thick of It está basado en agentes y productores de Hollywood, notablemente Harvey Weinstein y el equipo de Miramax que ha sido «celebrado durante mucho tiempo por el comportamiento de Malcolm», según el actor Peter Capaldi., etc.TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - EL FARMACÉUTICO GALLEGO,.
foto - EL FARMACÉUTICO GALLEGO,.
Hay tópicos nacionales de todas clases: los portugueses melancólicos, los italianos caóticos, los alemanes de piñón fijo, los ingleses arrogantes, borrachos y egoístas. Y lo que quieran ustedes añadir al asunto. Muchos de esos lugares comunes son falsos, y otros —establezcan cuál o cuáles— corresponden a la exacta realidad. En España, como en todas partes, esos tópicos los tenemos en abundancia: los andaluces indolentes y graciosos, los aragoneses nobles y testarudos, los catalanes laboriosos pero lentos en sacar la cartera, y cosas así. Y uno de los más reconocidos es el de los gallegos. Me refiero a su proverbial hermetismo, magistralmente expresado en esa imagen del ciudadano al que te encuentras en la escalera y no sabes si está subiendo o bajando. O si está parado.
El otro día tuve ocasión de comprobar en carne propia que a veces los tópicos se ajustan a la más absoluta realidad. Al menos, en lo que a los gallegos se refiere. Me encontraba en Santiago de Compostela, alojado en el hotel donde lo hago cada vez que viajo allí, situado en un buen lugar de la plaza del Obradoiro, junto a la catedral. Se acercaba la hora de comer, así que cogí un paraguas y salí a dar una vuelta por una calle cercana donde abundan los restaurantes. Como animal de costumbres que soy, me encaminé directamente al que frecuento cuando estoy en esa ciudad, pero lo encontré cerrado. Me quedé indeciso, pues no conocía ninguno de los otros locales de esa calle, que son una docena. Y como en aquel momento me dolía la cabeza y necesitaba un Actrón —esos dolores de cabeza que le he prestado a mi amigo Lorenzo Falcó, y que en los años 30 él soluciona con aspirinas—, entré en una farmacia, aprovechando para pedirle al farmacéutico que me recomendase un lugar próximo. Un buen restaurante.
El farmacéutico, un tipo de mediana edad, con un acento tan gallego que parecía imitado y no real -estilo Manuel Jabois o Luis, el limpiabotas del Palace-, se me quedó mirando, inexpresivo.
—Buenos, lo que se dice buenos, hay muchos —dijo.
—Lo supongo —respondí—. Pero habrá alguno que pueda usted recomendarme.
Se rascó la cabeza.
—Hay varios, ¿eh?—comentó.
—Ya supongo.
—Unos mejores y otros no tanto, pero los hay buenos.
—Con que me diga uno es suficiente.
Volvió a rascarse la cabeza.
—El problema es que si le recomiendo uno, igual soy injusto con otros.
—Puede. Pero tengo hambre, ¿sabe?… Con uno dicho así, al azar, me las arreglo.
El farmacéutico encogió los hombros, fruncido el ceño.
—¿Prefiere carne, pescado o marisco? —inquirió.
—Me da igual —repuse esperanzado—. Lo que me apetece es comer bien.
—Es que algunos son mejores en carne, y otros en pescado y marisco.
Respiré hondo. Seis veces. O quizá fueron siete.
—A estas alturas me da igual carne que pescado. Se lo juro.
Volvió a rascarse la cabeza.
—No es lo mismo —objetó—. Porque cada uno tiene su especialidad.
Me metí el nudillo de un dedo índice entre los dientes y mordí fuerte.
—Por Dios… Dígame uno, carne o pescado. El que sea.
Se quedó pensando otro largo momento.
—Pues la verdad —concluyó— es que no me atrevo a decirle uno en concreto.
Decidí cortar por lo sano.
—¿A cuál suele ir usted?
—A veces voy a uno y a veces voy a otro.
—¿A veces?
—Depende. Unas sí y otras no. Pero casi siempre como en casa.
Me agarré al mostrador, tambaleante. La farmacia me daba vueltas.
—¿Y cuál fue el último restaurante al que fue?
—Pues fui a uno, pero no sabría decirle ahora cuál.
Estaba a punto de echarme a llorar. Saqué la cartera.
—¿Qué le debo del Actrón?
—Ocho euros con cincuenta y cinco céntimos.
Salí a la calle haciendo eses, mareado, y me metí en el
primer restaurante que vi abierto. Y las cosas como son, oigan. Comí de
puta madre.
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