BLOC CULTURAL,

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viernes, 1 de abril de 2016

LA CHICA LUNES -4- DOMINGO -10- ABRIL - ALBA GUZMAN TOCA EL PIANO,./ MAS QUE COCHES - MINI CLUBMAN - EL MAXI - MINI,./ EL OBJETIVO - SANCHEZ E IGLESIAS VEN DIFICIL AUNQUE POSIBLE, LLEGAR A UN ACUERDO PARA GOBERNAR,.

TITULO: LA CHICA LUNES -4- DOMINGO -10- ABRIL -  ALBA GUZMAN TOCA EL PIANO,.

-foto, Alba Guzman marca el compás con su piano,.

Alma mira atenta su teclado, que toca de manera animada.
Alma mira atenta su teclado, que toca de manera animada. 
  • Esta joven pacense de 19 años diagnosticada de autismo ha grabado un disco que se presentará el 14 de abril,.

  • Decenas de artistas han colaborado en este proyecto con el que se pretende concienciar a la sociedad sobre este trastorno,.

    Alba entra en silla de ruedas. A pesar de que la habitación está llena de gente, la joven dirige en seguida su mirada hacia un pequeño piano montado en un extremo del salón. Empujada por su padre llega hasta el teclado, frente al que la coloca y casi sin reparar en los extraños y conocidos que la rodean, se pone a tocar.
    La cita es en la Huerta Sonora, un estudio localizado en un paraje natural a las afueras de la localidad pacense de Puebla de la Calzada. Es un lugar idílico en el que compositores y artistas encuentran la suficiente dosis de tranquilidad y armonía para desarrollar su trabajo. Sin embargo, para Alba Guzmán se convierte en un rincón más en el que puede descubrir los secretos de la música.
    Frente al piano de la sala de grabación, que se parece mucho más a un salón de cualquier casa, Alba mueve con agilidad los dedos de sus manos con los que va creando los sonidos que le apetece en cada momento. Presiona una y otra vez las mismas teclas produciendo ritmos repetitivos pero ordenados. Toca una melodía rítmica y continua en la que centra toda su atención casi sin parpadear. Decenas de personas la observan, pero parece no importarle. Ella ya ha transformado toda su energía en inspiración musical.

    TITULO:  MAS QUE COCHES - MINI CLUBMAN - EL MAXI - MINI,.
     

     MINI CLUBMAN - EL MAXI - MINI,.fotos,. 

     Sus 4,25 metros de largo impulsan a este modelo al segmento de los compactos. Es el de mayor espacio interior de entre sus rivales premium,.
    Es el más grande de la gama y "empuja" a la marca hacia el segmento de los compactos al alcanzar 4,253 metros de largo y 1,80 de ancho por 1,441 de alto, con una distancia entre ejes de 2,670 metros. Estas cifras no sólo son únicas en Mini, sino que además son básicas en este modelo, pues le hacen alcanzar un estatus muy interesante: el de coche de los más amplios y cómodos con respecto a rivales 'premium' de la talla de los Audi A3, BMW Serie 1, Mercedes Clase A o Volvo V40. Y este estatus lo consigue en sus plazas traseras, que cuentan con un espacio para rodilla y para hombros de los mejores del segmento.
    Para acceder a ellas ha transformado la puerta única de apertura inversa del modelo sustituido, por la novedad de dos puertas laterales de apertura clásica. Entramos y, aunque los que somos altos tenemos que tener cuidado con la cabeza, al menos no nos obliga a desplazarnos por el asiento arrastrando el final de la espalda para alcanzar el último asiento. Y siguiendo con la altura, la que hay hasta el techo es suficiente -sin alardes- para personas de 1,80 metros.
    El maletero se sitúa en la media del segmento, si nos conformamos con el 'kit' antipinchazos de serie, pues si optamos opcionalmente por la rueda de emergencia, ésta ocuparía el hueco bajo la bandeja y dejamos reducidos sus 360 litros de capacidad. En el acceso al portamaletas, encontramos otra de las características que definen al modelo: sus dos puertas de apertura lateral, no vertical. Esta apertura en plan vehículo comercial le diferencia mucho de todos sus competidores, y curiosamente le dota de cierto aire premium, pero desde el punto de vista práctico tiene varias desventajas.

    La principal, que necesitas un hueco mayor entre tu coche y el que esté aparcado detrás para poder abrirlas, cierta pérdida de espacio posible en la anchura de la boca del maletero, incremento de peso, pérdida de tiempo al abrir y cerrar en dos pasos y una visibilidad trasera reducida debido al doble marco central. Eso sí, aporta la ventaja de contar con unos pequeños bolsillos incorporados en los que transportar algunos pequeños objetos.

    Un Mini muy Mini

    Las sensaciones de conducción son muy similares a las del resto de la gama, en los que la agilidad y rápida respuesta forman parte de su carácter. El Clubman aporta la ligera desventaja de su mayor peso (1.375 kg frente a 1.220 de la versión equivalente de 5 puertas), pero lo cierto es que la practicidad y el mayor espacio que aporta la suple con creces.
    Su respuesta es muy buena en todos los terrenos. Por ejemplo, su dirección es muy rápida (2,5 vueltas entre topes), lo que puede llegar a sorprender en un primer momento al conductor menos acostumbrado a los productos de la marca. El cambio de seis marchas es muy eficaz (si no fuera por el molesto hueco a la izquierda de la segunda marcha, como siempre...) y las suspensiones cómodas y eficaces también en las curvas para el conductor medio, sin asomos de balanceos.
    El motor de tres cilindros, 1,5 litros de capacidad y 136 CV logra una buena aceleración desde parado de 9,1 segundos en el 0-100 km/h. Cuenta con turbo e inyección directa y la entrega de potencia se siente muy lineal, siendo además contenidas las cifras de consumo, pues tras realizar unos 300 km., el ordenador nos midió 6,7 l/100 km en recorridos en su gran mayoría urbanos e interurbanos.

    Lujo 'vintage' para el interior,.

    Mini Clubman CooperSi por fuera su estética es muy característica, su interior también destaca por ese estilo premium ciertamente vintage que le adorna. Por ejemplo, no hay un botón de arranque clásico, sino que este se efectúa desde una palanquita estilo aviación en la parte de abajo de la consola central.
    No es la única que encontraremos, con lo que cuesta un poco acostumbrarse a dónde se encuentra cada función. Los materiales son de una calidad visual y táctil excelente, sus asientos son cómodos y recogen el cuerpo muy bien, aportando además la novedad de contar con ajustes eléctricos delanteros.
    Salimos del mayor de los Mini y al abrir la puerta un proyector nos ilumina el suelo con el logo de Mini. Es sólo un detalle, pero vale la pena. ¡Grande Mini!
    Mini Clubman Cooper ,. 
     
    TITULO:   EL OBJETIVO - SANCHEZ E IGLESIAS VEN DIFICIL AUNQUE POSIBLE,  LLEGAR A UN ACUERDO PARA GOBERNAR,.
     
      EL OBJETIVO ,.
     
    El objetivo es un programa de televisión de entrevistas y actualidad informativa, producido por Globomedia para Atresmedia Televisión y presentado por Ana Pastor. Es el primer formato español de televisión basado en el género de la verificación de hechos o periodismo de datos. Se emite en laSexta cada domingo a partir de las 21:30 o de las 22:30 horas, .
     
     
    SANCHEZ E IGLESIAS VEN DIFICIL AUNQUE POSIBLE,  LLEGAR A UN ACUERDO PARA GOBERNAR,.

    Sánchez e Iglesias ven difícil, aunque posible, llegar a un acuerdo para gobernar

    Sánchez e Iglesias, durante su reunión de ayer. :: afp
    Sánchez e Iglesias, durante su reunión de ayer.  foto,.
    • El líder del PSOE advierte de que solo aceptará un Gobierno con Podemos y Ciudadanos,.

    • Iglesias ofrece apartarse del Ejecutivo siempre que esté formado solo por fuerzas de izquierda,.

      Pedro Sánchez y Pablo Iglesias recurrieron a todos los tonos del difícil para explicar lo complicado que será alcanzar un acuerdo de gobierno antes del 2 de mayo, pero al mismo tiempo vieron factible conseguirlo. Los líderes del PSOE y Podemos mostraron un moderado optimismo 54 días después de su anterior encuentro. No quisieron echar las campanas al vuelo pero tampoco sepultar las posibilidades de llegar a un pacto. El escollo, como siempre, la cohabitación entre Podemos y Ciudadanos.
      Las apuestas sobre la mesa son dos. La de Sánchez es un acuerdo tripartito entre PSOE, Podemos y Ciudadanos que desemboque en un Gobierno «mestizo». La de Iglesias consiste en un Gobierno «a la valenciana» con su partido, los socialistas, Compromís e IU; y Ciudadanos, si quiere, que apoye desde fuera. Este rompecabezas es lo que deben sintetizar en una propuesta de consenso los equipos negociadores en las tres próximas semanas. Pese a la indudable complejidad de la tarea, a Sánchez y a Iglesias no se les cayó de la boca la palabra «optimismo», pero también urgencias porque, según el socialista, «estamos en tiempo de descuento».
      El secretario general del PSOE se mostró esperanzado en llevar a buen puerto las conversaciones a tres bandas que empezarán «cuanto antes». «Hoy estamos más cerca del Gobierno del cambio y más lejos de repetir las elecciones», proclamó tras dos horas con Iglesias, que en apariencia sirvieron para olvidar exabruptos pasados. No será un camino de rosas, aclaró Sánchez, pero hay «una opción» aunque tiene una dificultad no menor, materializarla.
      Sacrificio
      Iglesias también apreció que hay terreno para el acuerdo, y como primer gesto de su disponibilidad recurrió a un golpe de efecto de esos que tanto le gustan. Como si de un sacrificio personal se tratara, dijo: «Le he hecho saber (a Sánchez) que si para que haya un gobierno a la valenciana (de izquierdas) en España, mi presencia en ese gobierno es una dificultad para el PSOE, estoy dispuesto a ceder y a no estar en ese gobierno. En política hay que saber ceder». Renunció a la vicepresidencia, cargo que por otra parte nadie le había ofrecido, pero aclaró que ello no implicaba que Podemos se vaya a quedar sin número dos en el Gobierno, función que, según dijo, puede ser desempeñada -atención al orden- por «Pablo Echenique, Carolina Bescansa o Iñigo Errejón».
      Sánchez, que evitó hablar de nombres, restó valor al gesto de su par en Podemos porque esa oferta nunca ha estado sobre la mesa. «Él -recordó- se propuso solo y él se excluye solo. Es su responsabilidad». Aquel autonombramiento causó malestar en el PSOE, y Sánchez confesó que a él mismo le produjo «rechazo». Iglesias dijo comprender el enfado.
      Pero el líder socialista pasó página con rapidez de aquel episodio y propuso una metodología para sellar un pacto a tres bandas consistente en analizar qué puntos de los 200 que pactaron los socialistas con Ciudadanos son asumibles para Podemos. Esas coincidencias, añadió, serían las bases de un acuerdo de gobierno y las discrepancias se dirimirían en el Parlamento. Sánchez, sin embargo, se enmendó casi de inmediato porque a los pocos minutos admitió que el acuerdo para gobernar con un tripartito que incluya a Podemos y Ciudadanos es «casi imposible».
      Iglesias quitó el casi, y aunque mostró más voluntad que nunca por alcanzar un acuerdo con el PSOE, insistió en que la única salida es la «vía del 161». Esto es, la coalición entre PSOE, Podemos, Compromís e IU, y sin contar con los de Rivera. Dio además por seguro que el PNV se sumará al pacto con sus seis diputados. Pero para alcanzar la Moncloa por «la vía 161» hace falta el apoyo por activa o por pasiva de Ciudadanos, por un lado, o de las fuerzas independentistas catalanas, por el otro. Conocedor de que Sánchez nunca aceptará el respaldo de Esquerra y Convergència, Iglesias hizo ayer un novedoso llamamiento a Ciudadanos para que sus 40 diputados se abstengan en la investidura.
      Sentido de estado
      Para el líder de Podemos, el partido naranja debería permitir un Ejecutivo de izquierda por «sentido de Estado». Iglesias, incluso, se mostró dispuesto a reunirse con Rivera para explicarle que la coalición a la valenciana es «la vía más sencilla, más eficaz y más posible para llegar a un Gobierno en España». Una responsabilidad de Estado que Podemos no ejerció en la votación de investidura de Sánchez del 2 y 4 de marzo. Una contradicción de la que Iglesias se escabulló con el precario argumento de que el suyo es un partido que no traiciona sus principios. Una forma de decir que Ciudadanos, si se abstiene o vota a favor del acuerdo de la izquierda, carece de ellos.
      El secretario general del PSOE también entró al juego de las vías y defendió la «del 199» para un pacto con el PSOE (90), Podemos (65), Ciudadanos (40) y Compromís (cuatro). Sánchez se mostró rocoso en la defensa de la presencia de los de Rivera en cualquier fórmula de entendimiento para gobernar. «Soy hombre de palabra, y todo acuerdo debe respetar el acuerdo (del PSOE) con Ciudadanos». Había dejado claro la víspera con una larga reunión con Rivera que el partido naranja es su socio preferente, y lo mantuvo tras la reunión con el líder de Podemos, por más que este se empeñara en dejar fuera del juego a Ciudadanos.
      Pero la tarea de lograr que cohabiten los dos partidos noveles no se antoja fácil. Si Podemos no quiere compartir asientos en el Consejo de Ministros con Ciudadanos, la animadversión es recíproca y los de Rivera hasta prefieren que se convoquen nuevas elecciones generales, la bicha que nadie quiere nombrar, antes de cogobernar o apoyar un Ejecutivo en el que estén los de Iglesias. «No va a ser fácil», comentó casi resignado el secretario general del PSOE, quien puso al mal tiempo buena cara y repitió una y otra vez que disfrutaba de «un optimismo moderado» impregnado de «cautela». Se trata de conseguir la cuadratura del círculo, apuntaban fuentes socialistas, que consideran que solo apuntan como dato a favor la premura del calendario y el vértigo ante unas nuevas elecciones.


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