TITULO: REVISTA XL SEMANAL PORTADA ENTREVISTA - ¡ ATENCIÓN Y OBRAS! CINE - APOCALIPTICO DICAPRIO,.
¡ATENCIÓN Y OBRAS! CINE -
¡Atención y obras! es un programa semanal que,
en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial
atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.
APOCALIPTICO DICAPRIO,.
Apocalíptico DiCaprio, foto.
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Estrena mañana en el canal National Geographic ‘Before The Flood’, un documental que exige actuar ya contra el cambio climático,.
El Papa Francisco, Barack Obama, el visionario Elon Musk y otros
líderes internacionales participan en el ecodocumental ‘Before the
Flood’, que produce y protagoniza Leonardo DiCaprio. En el Museo LACMA
de Los Ángeles, donde acudió a presentarlo, el actor y productor confesó
que ha invertido tres años de su vida en él. El cambio climático es el
hilo conductor y los científicos expresan sus opiniones. Sin miedos,
apuntando con nombres y apellidos a los culpables, Leonardo ha hecho un
documental crítico con muchas de las políticas de Estados Unidos y que
estrena antes de las elecciones de noviembre.
– ¿Por qué lo presenta ahora?
– Porque no quiero ver al cargo a alguien que no cree en el cambio climático. Me parece increíble que ninguno de
los dos candidatos haya hablado de este problema en los debates que
realizaron. Ni una sola pregunta se realizó sobre este tema. Es un
trabajo en equipo, con cariño y mimo, del que me siento muy orgulloso
porque hemos invertido tres años. Fue concebido en las Islas Galápagos y
la idea es brindar a los científicos la oportunidad de expresarse.
– ¿Llega tarde este nuevo aviso?
– Nos hemos atrevido a ignorar durante tanto tiempo las predicciones
de los científicos que nos encontramos en un punto sin retorno. El 97%
de los científicos está de acuerdo en que somos responsables del cambio
climático hasta el punto de alterar el futuro, arriesgando nuestras
vidas y las de generaciones venideras.
– ¿Cómo enfocaron su idea?
– Fisher Evans (el director) y yo viajamos por el mundo; desde
Indonesia hasta la India, Miami, la Antártida para dar una visión
global. Ahora dependemos de la educación del público y la evolución de
nuestra especie ante la que puede ser la mayor crisis a la que nos
enfrentemos. Por eso este filme es importante para mí.
– ¿Qué espera del público?
–Espero que vea mí película y anime a otros a verla, que la comunidad
se dé cuenta de la situación en la que nos encontramos y vote en
consecuencia a políticos responsables que quieran cambiar las cosas.
Estados Unidos es el mayor contribuyente al cambio climático y
necesitamos ser un ejemplo para que el mundo siga nuestras acciones.
‘Before The Flood’ se estrenará mañana 30 de octubre en 171 países al
mismo tiempo, en el canal National Geographic, y será traducido a 45
idiomas. Después, durante una semana se encontrará gratis en las
plataformas VDO (Netflix, Itunes).
–¿Tiene fe ciega en la ciencia?
–Son los que observan cada día lo que está ocurriendo en el planeta.
En el documental advertimos de las inundaciones diarias y el ‘New York
Times’ ha escrito un reportaje sobre el fenómeno, esto ya está
ocurriendo en la costa Este con muchas ciudades inundadas. En California
hay fuegos salvajes por todas las montañas, la sequía es brutal. Y es
aterrador no escucharles. No nos lo podemos permitir.
– ¿Es usted un pesimista?
– Hacia el final del documental fui ganando en optimismo.
Especialmente sentado frente a esas imágenes de la NASA, de 50 satélites
diferentes monitorizando las precipitaciones de cada país y las olas de
calor, que hacen imposible rebatir lo que ocurre. Pero tengo fe en el
público y que ellos quieran cambiar lo que ocurre una vez tengan la
oportunidad de educarse. Porque todavía estamos a tiempo de cambiar las
cosas.
TITULO: EL BLOC DEL CARTERO - LA CARTA DE LA SEMANA - VIAJANDO CON CHESTER , UNA HISTORIA DE ESPAÑA ( LXXIII),.
VIAJANDO CON CHESTER
Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género
periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.
UNA HISTORIA DE ESPAÑA ( LXXIII),.
foto
Érase una vez una piel de toro con forma de España -llamada Ishapan:
tierra de buenos conejos :-) , les juro que la palabra significaba
eso-, habitada por un centenar de tribus, cada una de las cuales tenía
su lengua e iba a su rollo. Es más: procuraban destriparse a la menor
ocasión, y sólo se unían entre sí para reventar al vecino que (a) era
más débil, (b) destacaba por tener las mejores cosechas o ganados, o (c)
tenía las mujeres más guapas, los hombres más apuestos y las chozas más
lujosas. Fueras cántabro, astur, bastetano, mastieno, ilergete o lo que
se terciara, que te fueran bien las cosas era suficiente para que se
juntaran unas cuantas tribus y te pasaran por la piedra, o por el
bronce, o por el hierro, según la época prehistórica que tocara. Envidia
y mala leche al cincuenta por ciento (véanse carbono 14 y pruebas
genéticas de Adn). El caso es que así, en plan general, toda esa
pandilla de hijos de puta, tan prolífica a largo plazo, podía
clasificarse en dos grandes grupos étnicos: iberos y celtas. Los
primeros eran bajitos, morenos, y tenían más suerte con el sol, las
minas, la agricultura, las playas, el turismo fenicio y griego y otros
factores económicos interesantes (véanse folletos de viajes de la
época). Los celtas, por su parte, eran rubios, ligeramente más bestias y
a menudo más pobres, cosa que resolvían haciendo incursiones en las
tierras del sur, más que nada para estrechar lazos con las iberas; que
aunque menos exuberantes que las rubias de arriba, tenían su puntito
meridional y su morbo cañí (véase Dama de Elche). Los iberos, claro,
solían tomarlo a mal, y a menudo devolvían la visita. Así que cuando no
estaban descuartizándose en su propia casa, iberos y celtas se la liaban
parda unos a otros, sin complejos ni complejas. Facilitaba mucho el
método una espada genuinamente aborigen llamada falcata:
prodigio de herramienta forjada en hierro (véase Diodoro de Sicilia, que
la califica de magnífica), que cortaba como hoja de afeitar y que, cual
era de esperar en manos adecuadas, deparó a iberos, celtas y resto de
la peña apasionantes terapias de grupo y bonitos experimentos colectivos
de cirugía en vivo y en directo. Ayudaba mucho que, como entonces la
península estaba tan llena de bosques que una ardilla podía recorrerla
saltando de árbol en árbol, todas aquellas ruidosas incursiones,
destripamientos con falcata y demás actos sociales podían hacerse a la
sombra, y eso facilitaba las cosas. Y las ganas. Animaba mucho, vamos.
De cualquier modo, hay que reconocer que en el arte de picar
carne propia o ajena, tanto iberos como celtas, y luego esos celtíberos
resultado de tantas incursiones románticas piel de toro arriba o piel de
toro abajo, eran auténticos virtuosos. Feroces y valientes
hasta el disparate (véanse el No-do de entonces y los telediarios de
Teleturdetania), la vida propia o ajena les importaba literalmente un
carajo; morían matando cuando los derrotaban y cantando cuando los
crucificaban, se suicidaban en masa cuando palmaba el jefe de la tribu o
perdía su equipo de fútbol, y las señoras eran de armas tomar. O sea.
Si eras enemigo y caías vivo en sus manos, más te valía no caer. Y si
además aquellas angelicales criaturas de ambos sexos acababan de
trasegar unas litronas de caelia -cerveza de la época, como la
San Miguel o la Cruzcampo, pero en basto-, ya ni te cuento. Imaginen los
botellones que liaban mis primos. Y primas. Que en lo religioso, por
cierto, a falta todavía de monseñores que pastoreasen sus almas
prohibiéndoles la coyunda, el preservativo y el aborto, y a falta
también del bañador de Falete y de Sálvame para babear en grupo, rendían culto a los ríos -de ahí procede el refrán celtíbero de perdidos, al río-,
las montañas, los bosques, la luna y otros etcéteras. Y éste era, siglo
arriba o siglo abajo, el panorama de la tierra de conejos cuando, sobre
unos 800 años antes de que el Espíritu Santo en forma de paloma
visitara a la Virgen María, unos marinos y mercaderes con cara de
pirata, llamados fenicios, llegaron por el Mediterráneo trayendo dos
cosas que en España tendrían desigual prestigio y fortuna: el dinero -la
que más- y el alfabeto -la que menos-. También fueron los fenicios
quienes inventaron la burbuja inmobiliaria adquiriendo propiedades en la
costa, adelantándose a los jubilados anglosajones y a los simpáticos
mafiosos rusos que bailan los pajaritos en Benidorm. Pero de los
fenicios, de los griegos y de otra gente parecida, hablaremos en un
próximo capítulo. O no.
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