¡ QUE GRANDE ES EL CINE !
¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2, etc.
CALLEJEROS - ESTOY EN UN MOMENTO DE FELICIDAD, YA SE ME RESPETA, CARLOS SAURA DIRECTOR CINE,.
foto, Carlos Saura: «Estoy en un momento de felicidad, ya se me respeta»,.
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«No me preocupa lo que he hecho, sino lo que me queda por hacer», afirma el realizador, que continúa con 'Jota' su recuperación del folclore,.
Del cachirulo a los vaqueros y de la Plaza del Pilar al mundo (se distribuirá en por lo menos siete países), Carlos Saura (Huesca, 1932) se ha propuesto con 'Jota' modernizar el baile regional de su tierra y llevarlo a una nueva dimensión. El director de algunas de las cintas más importantes de la Historia del cine español ('Ana y los lobos', 'La prima Angélica', 'Cría cuervos', 'Deprisa deprisa') no renuncia a los largometrajes con argumento, pero con 'Jota' continúa el camino que abrió 'Sevillanas' en 1991 y que continuaron 'Flamenco', 'Tango' o 'Fados', la recuperación de un folclore artístico, abierto y de belleza visual.
-P: ¿Necesitaba la jota que alguien le diera un toque de modernidad?
-R: En esa idea estamos Miguel Ángel Berna, que es un jotero maravilloso, y yo. Creemos que hay que renovar la jota. No necesariamente cambiarla, pero sí hay que saber que se puede bailar de maneras muy diferentes, que hay otras corrientes que se deben articular y que la jota se merece tener un campo mucho más amplio que el actual. La jota está un poco perdida, sobre todo en Aragón, quitando la jota que se baila con el traje regional y el cachirulo, y lo que intentamos es todo lo contrario, que se pueda bailar con unos vaqueros y una camisa, que cualquier chico y cualquier chica la puedan bailar en el pueblo a su manera, sin necesidad de la puntualidad ortodoxa.
-R: Esas dos cosas pueden ser. Yo no puedo creer por qué una cosa que no tiene nada que ver con la política, como es el baile y el cante, se podía identificar con el franquismo. Si hubiera letras políticas, pero es que no las hay. Pasó igual en Portugal. Cuando yo hice 'Fado', la idea vigente era que el fado pertenecía a Salazar, a la dictadura, y los socialistas que habían llegado al Gobierno no querían saber nada. ¡Qué tontería es esta! No se puede decir de repente que el fado es de la dictadura, o que Lola Flores, porque bailaba para Franco, era franquista. Y puede que haya habido algo de eso. Pero lo que ha influido más es la falta de percepción de la posibilidad de la jota como algo popular. No quito valor a los ritmos latinoamericanos, o a la música norteamericana o inglesa, que me parecen muy bien, pero la jota no está en contradicción con ellos. En Andalucía, la gente baila sevillanas, y en la Feria de Sevilla también se escuchan ritmos latinos... No tiene por qué haber contradicción.
-P: ¿Recuperar el folclore es una asignatura pendiente en la cultura española?
-R: Tenemos pendientes tantas cosas... Algunas cosas hay que recuperarlas, pero cambiándolas. Lo que no se puede es mantener las cosas inmóviles. Siempre pienso en la canción de Mercedes Sosa que utilicé en 'Zonda': 'Cambia, todo cambia'. El cambio nos debe mover en todo, en la música, en el baile, en la vida. Hay que buscar nuevos caminos, aventurarse... En mis musicales siempre trato de hacer eso, que no sea solamente folclore o un documental. No sé lo que es, pero no es un documental. Hay un intento de hacer otra cosa.
-P: ¿Le ha costado reclutar a Sara Baras o Carlos Núñez?
-R: Yo he aprendido una cosa. A partir de hacer 'Sevillanas', y sobre todo con 'Flamenco', he tenido una facilidad enorme para trabajar con cualquier artista de este país. Todo han sido ventajas. Quieren trabajar conmigo y yo con ellos.
-P: ¿Va a seguir haciendo cine muchos años?
-R: Yo estoy jubilado desde los 60... Pero no es un problema de jubilación, sino de las cosas que uno tiene que hacer. Yo ahora tengo cosas que hacer, aunque eso no quiera decir que mañana no palme. A mi edad todo puede pasar Pero también puede pasar siendo joven. Yo pienso seguir trabajando mientras me dejen. En Estados Unidos, a partir de los 60 años, a los directores, salvo a Woody Allen y a algunos tíos muy especiales, no les dejan hacer películas porque los seguros no les pagan. Recuerdo haber hablado hace muchos años con Mamoulian (fallecido en 1987 a los 90 años) y me decía: 'Por favor, Saura, búscame una película en España, que tengo que hacer cine y aquí no me dejan'. Y yo le decía que no podía hacer nada (risas).
-P: ¿Tiene la espinita de no haber podido hacer la película sobre Picasso?
-R: Tengo la espinita porque es un tema precioso y estoy cansado de darle vueltas a la idea de hacerla y ya no depende de mí, y me aburre el tema. Si un día sale, maravilloso, y si no sale, estamos en otro planeta.
-P: ¿Qué siente cuando ve que en los festivales extranjeros todo el mundo le admira y en España todavía no se le termina de reconocer?
-R: Con los años, cada vez cuesta menos que se reconozca mi trayectoria. Los críticos españoles me han puesto a parir, pero incluso con películas importantes, como 'La caza'. La primera vez que yo pasé 'La caza' a los críticos españoles hubo uno, no digo quién, que a la salida del cine me preguntó: '¿Tú eres, Saura?' (no me conocía). 'Sí'. 'Pues vaya una mierda de película que has hecho'. Y ahora dice que es mi mejor película. Es muy complicado esto del cine, y este es un país difícil. Pero yo estoy en un momento de felicidad, de tranquilidad, ya se me respeta. Ahora ponen mis películas en la tele y la gente dice: '¡Ay, qué buenas son!'. Antes no decían eso.
-P: ¿Cómo cree que ha envejecido su cine?
-R: Bien, como yo (risas). Pero no me he preocupado mucho de esto. En cada momento he hecho la película que me apetecía hacer, he dirigido 40 películas. Y no me preocupa en absoluto lo que piensen de mí en el futuro. A veces tengo que ver mis películas en festivales, en homenajes... Pero no me gusta verlas, me gustaría olvidarlas, porque estoy preocupado por lo que tengo que hacer, no por lo que he hecho. Lo que he hecho ahí se queda. Mirar al pasado me divierte desde el punto de vista intelectual, pero no desde el punto de vista práctico. Lo que has aprendido ya lo tienes, no tienes por qué mirar atrás. Al revés, a veces ves una película tuya y dices: 'Caramba, ahora sería incapaz de hacerla igual de bien'. Pues mejor no verla.
-P: De sus películas, ¿cuál prefiere?
-R: Yo estoy muy encariñado con 'Io, don Giovanni' porque reúne muchas de las cosas que me gustan: una historia apasionante, la música, la cosa teatral-operística, el invento, lo artificial... Yo siempre pienso que el cine es algo artificial, y quien quiera representar la verdad en el cine está equivocado porque lo que está haciendo es todo mentira, aunque el espectador no lo sepa.
TITULO: REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO -LA COSECHA DE ACEITUNA CAE A LA MITAD.
REVISTA CAMPO - TAPAS Y BARRAS - UN PAIS PARA COMERSELO - LA COSECHA DE ACEITUNA CAE A LA MITAD, fotos.
LA COSECHA DE ACEITUNA CAE A LA MITAD,.
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El calor extremo en verano y la ausencia de lluvia en septiembre confirman una pésima campaña que, sin embargo, aventura buenos precios,.
Después de una campaña excepcional llega el turno a otra que tiene toda la pinta de ser desastrosa. En el inicio de la campaña de la aceituna de verdeo (de mesa o de aderezo, según las diversas denominaciones) se confirman las peores previsiones para el sector olivarero extremeño. La cosecha será hasta un 50% inferior respecto al año pasado (Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura rebaja en principio el descenso al 40%). La disminución será tanto en la provincia cacereña, donde la variedad predominante y casi exclusiva es la manzanilla cacereña, y también en la provincia de Badajoz, donde la implantación aunque escasa del olivar de regadío (algo más de 1.000 hectáreas actualmente) puede matizar en algunos casos esta perspectiva. En este territorio predomina la carrasqueña.
Un verano especialmente cálido y la falta de agua en septiembre ha dejado un panorama muy complicado a los agricultores que ya se esperaban una mala cosecha por el fenómeno de la vecería, esto es, la alternancia de cosechas abundantes con otras muy reducidas, aunque no es algo que necesariamente se deba producir cada dos años. El olivo es un ejemplo de planta que tiene alta vecería. La tabla de salvación a la que agarrarse por el bajón de kilos recolectados está por confirmar pero se espera: unos buenos precios.
«Tuvimos el año pasado una cosecha récord pero la de este será desastrosa. Ni aunque lloviera mucho a corto plazo. No tiene solución. Si el año pasado una hectárea en Almendralejo podía dar 3.000 o 4.000 kilos de aceituna en este no pasaremos de los 500 kilos, y buscando muchos árboles», afirma tajante Santiago Prieto, gerente de la Comunidad de Labradores almendralejense, asociada a Asaja.
«Solo hace falta darse una vuelta por el terreno y ves que hay mucha hoja y poco fruto. Ahora hay que esperar que al menos tengamos unos precios buenos», finaliza Antonio Prieto, responsable del sector del olivar de la organización agraria UPA-UCE, a la hora de realizar un somero balance del inicio de campaña.
DatosExtremadura aporta, en función de los resultados de cada año, cerca del 20% de la aceituna de mesa española, un sector que está copado por Andalucía. En cuanto a superficie, aglutina un 14% de la superficie nacional del olivar destinado a mesa, por detrás de nuevo de Andalucía, con el 84% del total nacional.
Según datos de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura, la producción durante la pasada campaña 2015/2016 alcanzó las 127.275,5 toneladas. Extremadura fue el segundo productor nacional de aceituna de mesa. Las parcelas extremeñas aportaron el 21,1% de la producción española, después nuevamente de Andalucía, con un 77,1%.
Dos campañas antes (la 2013-2014) se cogieron 130.961,8 toneladas de aceituna de mesa en Extremadura. Una campaña después llegó un descenso apreciable al situarse en 89.500,2 toneladas.
La previsión de Cooperativas para esta campaña es de un descenso de un 40% al menos respecto a la producción del año pasado, y se estima una producción de entre 76.000 y 80.000 toneladas en la región. Previsión que la mayoría de los consultados por HOYAgro consideran demasiado halagüeñas. Dan por hecho que serán bastantes menos las toneladas que se puedan cosechar.
Así, la estimación de Asaja habla de 28.000 toneladas de carrasqueña y de 25.000 de la manzanilla cacereña. Para toda España no se sacarán más de 500.000.
Mientras, Interaceituna (Organización Interprofesional de la Aceituna de Mesa), pensaba a finales de agosto que la campaña nacional alcanzará las 536.000 toneladas.
Para Extremadura coincide con Asaja en la previsión de la variedad carrasqueña pero concluye que habrá más de manzanilla cacereña, 27.000 toneladas.
En esta campaña, la reducción de la producción es sensiblemente más acusada en las fincas extremeñas que en las sevillanas, cordobesas o malagueñas.
Además, la recolección apenas ha arrancado también por los contratiempos meteorológicos, en la línea de otras campañas agrícolas que también comenzaron con retraso, y esperando la llegada de unas lluvias para que engorde el producto que los modelos meteorológicos no pronostican a corto plazo.
Verdear«Existe la certeza de que hay poca aceituna pero no sabemos realmente el impacto de ese descenso. No sabemos finalmente lo que se va a verdear», expresa Juan Carlos Durán, presidente de la sectorial de la aceituna de mesa de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura y también presidente de la cooperativa San Isidro de Aceuchal, a 8 kilómetros de Almendralejo.
«Nos esperábamos que después de un año tan bueno hubiera otro malo, pero quizás este viene peor de lo que podíamos pensar. Si hubiera llovido algo en septiembre se podía haber medio arreglado», agrega Durán.
Si en otras ocasiones a mitad de septiembre ya estaban abiertos los puestos de recepción, en esta ocasión no ha sido así. En el recién terminado septiembre solo ha habido actividad en el campo en las explotaciones de olivar de regadío, donde además se desarrollan otras variedades a las que normalmente están implantadas en la comunidad autónoma.
En las parcela de secano, que son mayoritarias en la región, se ha decidido esperar en busca de una ayuda en forma de agua que no llegó en los últimos diez días del mes pasado y que tampoco se percibe en esta semana.
En la provincia de Cáceres, casi toda la aceituna es manzanilla y casi toda es de secano. Y casi toda la producción olivarera se destina a aderezo. El año pasado, cuenta Bienvenido Iglesias, se llegaron a pagar de media 50 céntimos de euro por kilo y las previsiones son favorables.
«Los precios son un misterio cada año pero ¡qué menos que se pague lo mismo que en el año anterior! Y más cuando apenas hay aceituna», exclama el presidente de Acenorca, que tiene su sede en Montehermoso y donde están agrupadas quince cooperativas de la provincia cacereña y una sola de la de Badajoz.
En la provincia de Badajoz se paga habitualmente más que en la cacereña, resalta Antonio Prieto, de UPA-UCE, porque el calibre del producto y su rendimiento son más elevados. Y casi todas las aceitunas pacenses son de lo que técnicamente se llama doble aptitud. Esto es, la aceituna valen tanto para consumo directo (aceituna de mesa) como para la producción de aceite.
Precio razonableLa zona de influencia de Almendralejo, en el centro de la provincia pacense, focaliza la actividad en estos días. La aceituna de Tierra de Barros va en su gran mayoría con destino a verdeo.
«Todos los años se sopesa si dejarla para aceite ante la previsión de buenos o mejores precios. Este año parece que efectivamente va a ser así pero mi impresión es que se va a coger ya mucha aceituna porque el precio de verdeo también será bueno y porque muchos agricultores prefieren cogerla ya antes de que se meta el rebusco de por medio», comenta Santiago Prieto, de la Comunidad de Labradores.
Prieto aporta otra reflexión. «Mi experiencia profesional (lleva trabajando 16 años en la Comunidad de Labradores) me dice que si el aceite vale dinero, la aceituna de verdeo también. El año pasado se llegaron a pagar 72 céntimos/kilo por la de verdeo y a día de hoy las previsiones son igualmente buenas. Lo mismo ocurre para la aceituna de almazara, aunque aún nos falte tiempo para confirmarlo. Pero todo apunta a que también tendrá un precio interesante».
«Ahora mismo no hay nada que invite a pensar que se va a pagar menos que la campaña pasada», tercia Juan Carlos Durán. «De hecho, no hay motivos para pensar que eso no vaya a ser así. Como mínimo, el precio se mantendrá o incluso subirá un poco», concluye el representante de la sectorial de Cooperativas Agro-alimentarias de Extremadura.
El también presidente de San Isidro de Aceuchal subraya que «solo coger la aceituna de verdeo cuesta, por el tema de jornales, entre 38 y 42 pesetas y que se pagara el año pasado 120 pesetas es el precio lógico para cubrir los costes y que el agricultor tenga una rentabilidad mínima. Que nadie se lleve a engaño. Cobrar 120 pesetas (0,72 céntimos de euros) por kilo de verdeo no es un gran precio sino un precio aceptable».
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