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miércoles, 7 de febrero de 2018

¡ ATENCIÓN Y OBRAS ! CINE -Medalla de oro en vuelo sincronizado ,./ VIAJANDO CON CHESTER - Número uno en espantadas - smiths morrissey,./ ¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! CADENA 100 -Todo por el 'selfie',.

TÍTULO: ¡ ATENCIÓN Y OBRAS ! CINE -Medalla de oro en vuelo sincronizado ,

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  ¡ ATENCIÓN Y OBRAS ! CINE ,.

 ¡Atención y obras! es un programa semanal que, en La 2, aborda la cultura en su sentido más amplio, con especial atención a las artes escénicas, la música, los viernes a las 20:00 presentado por Cayetana Guillén Cuervo, etc, foto,.

 Medalla de oro en vuelo sincronizado ,.

 

Medalla de oro en vuelo sincronizado


Siluetas. Un bando de estorninos migrantes crea diferentes formas en los cielos de Israel, cerca de la ciudad de Beit Kama, al sur del país. fotos.

Los estorninos adornan los cielos de invierno con caprichosos dibujos que aún son un enigma; se cree que actúan todos a una para despistar a los depredadores

Pueden ser molestos si han escogido los árboles de la plaza de enfrente como base de operaciones, y cada atardecer hay que sufrir la escandalera que montan hasta que deciden posarse. Por no hablar de cómo aparecerán los coches aparcados debajo... Pero hay que ver el lado bueno, que lo tienen. Las formas que dibujan en los cielos de invierno son un espectáculo bello de contemplar, cientos, millares, decenas de miles a veces, volando juntos todos a una, sin equivocarse, sin chocar, un baile hipnótico de una plasticidad etérea... Dan ganas de dejarse llevar, de ser uno de ellos, de abandonarse a la comodidad de esa conciencia única...
Mozart los encontraba encantadores. De hecho, se compró uno en 1784. Anotó la adquisición y el precio en un libro de contabilidad donde añadió una transcripción de lo que parece ser el canto del bichillo, unos compases similares al tema inicial del tercer movimiento de su Concierto para piano número 17 en Sol mayor (K 453), aunque con un sol sostenido en lugar de uno natural. Y debajo escribió «¡Eso estuvo bien!». Los estudiosos sospechan que le enseñó a silbar la melodía y el pequeñajo la clavó. Porque una de las habilidades de estos animales es la de imitar los cantos de otros pájaros. El estornino de Mozart vivió tres años y, cuando murió, lo enterró en el patio, le preparó un funeral con procesión incluida y le escribió un poema. Le quería, claro.

Y aunque fuera solo por la belleza de sus vuelos es posible amarlos. Pese a que en 1960 provocaran la tragedia aérea con más víctimas de la historia por culpa de pájaros, 60 muertos, al introducirse un bando en los motores de un avión que despegaba de Boston. Todavía es un enigma el porqué de esos vuelos que tanto inspiran. El grupo estadounidense Wilco escogió para la carátula del álbum 'Sky Blue Sky' una foto de Manuel Presti que ganó el premio al Fotógrafo de Vida Salvaje del año 2005; la imagen muestra un bando de estorninos que empieza a abrirse ante ante la aparición de un halcón peregrino. Esa es, precisamente, una de las explicaciones de estos vuelos sincronizados: jugar al despiste, dificultar al perseguidor el fijarse en un solo objetivo para ir a por él, 'confusión del depredador', lo llaman. Lo hacen los pequeños peces, como las anchoas en enormes cardúmenes, y hasta los humanos: los tripulantes del 'USS Indianapolis', hundido en 1945 por un submarino japonés, quedaron a merced de los tiburones durante cinco días. La mayoría se mantuvo en grupo formando un círculo al creer que esa era la mejor defensa (aun así, entre la explosión y los escualos solo sobrevivieron 317 de 1.200 hombres).

Gritos informativos

«Miles de pares de ojos ven mejor que uno solo, tanto para divisar cazadores como para encontrar alimento. Y volar juntos ahorra energía», añade Virginia Escandell, de la Sociedad Española de Ornitología, SEO Birdlife. Pero... ¿Cómo es posible que no choquen entre sí? «Con los gritos que emiten se pasan información sobre sus movimientos». Además, cada individuo solo ha de estar atento a lo que hacen los cinco o seis pájaros que lo rodean, estos a su vez harán lo mismo, y así los miles del bando. En España hay dos especies, el negro, que vive aquí, y el pinto, que acude a invernar -suelen volar juntos-. En total dos millones de individuos. Viven ligados al hombre, en ciudades o campos, alimentándose de insectos o semillas.
Voluntarios de SEO que se dedican a contabilizar las aves en nuestro país han detectado desde 1998 un incremento en primavera del 10% en el estornino negro y un descenso del 30% en el pinto. En invierno, sin embargo, estos últimos han aumentado un 50% y los negros, un 24%. EE UU los considera plaga; en 2012 mataron 1,5 millones sin mucho efecto en su población. Escribió Mozart en su poema: «Descansa aquí mi querido y loco pájaro estornino (...). Vierte, amigo lector, tú también como dádiva una o dos humildes lágrimas».

TÍTULO: VIAJANDO CON CHESTER -  Número uno en espantadas  - smiths morrissey,.
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 VIAJANDO CON CHESTER

Viajando con Chester es un programa de televisión español, de género periodístico, presentado por Pepa Bueno, en la cuatro los domingos las 21:30, foto, etc.




 Número uno en espantadas  - smiths morrissey,.
 

Número uno en espantadas,.

Morrissey luce su habitual elegancia en una actuación de hace unos años en París. / REUTERS
Morrissey luce su habitual elegancia en una actuación de hace unos años en París. / foto.

Tres antiguos miembros de los Smiths cancelan un concierto al día siguiente de anunciarlo. Parecen buenos alumnos de su exlíder, Morrissey, un genio en el arte de suprimir galas: suma 127 anulaciones desde 2012,.

Cuando la semana pasada tres de los antiguos miembros de los Smiths dieron por anulado el concierto de reunificación parcial de la banda que acababan de anunciar un día antes, a buena parte de sus admiradores les vino a la cabeza el nombre de Morrissey. Inevitable si se tiene en cuenta el ¡laaaaaaaargo! historial de cancelaciones acumulado por el que fuera líder, letrista y voz de una de las formaciones imprescindibles en la escena musical británica de los ochenta. Steven Patrick Morrissey no formaba parte del trío que, supuestamente, iba a actuar en la frustrada función del próximo junio, pero se encuentra diplomado en el peculiar arte de suspender actuaciones. Acumula, nada más y nada menos, que 127 desde 2012, según el recuento realizado por el blog especializado Consequence Of Sound, lo que equivale aproximadamente al total de recitales que programa en un año una estrella de la música.
La cifra arroja un promedio de 25 anulaciones anuales, en torno a la quinta parte de una gira tipo. Así las cosas, adquirir una entrada para un concierto de Morrisey es lo más parecido a lanzar una moneda al aire. La pieza puede caer de cara, de cruz, esfumarse en el vacío o hasta aterrizar de canto. No es una exageración. El abanico de motivos de las espantadas del divo es amplio y diverso. Con frecuencia alude a problemas de salud: propios, de su madre o de alguno de los miembros de su equipo, como sucedió en las tres últimas galas previstas el año pasado, en Filadelfia, Boston y Los Ángeles, entre el 4 y el 10 de diciembre sucesivamente. Pero un mes antes, el 5 de noviembre, en Paso Robles (California), se negó a salir al escenario porque hacía «demasiado frío en el recinto». Tomó la decisión unos minutos antes del comienzo del espectáculo y con los 3.300 asientos del anfiteatro ya ocupados.

DE MUTIS EN MUTIS


Por decenas

El abdomen de Joaquín

La ansiedad de Pastora

Carne quemada

Las causas de los mutis con los que 'Moz' acostumbra a dejar a su público con un palmo de narices, compuesto y sin ídolo al que aplaudir, son en ocasiones de lo más originales. Y aunque cueste creerlo, sí, la moneda cae de canto con cierta frecuencia. Sucede cuando la velada es suspendida en plena marcha. Hace tres años sufrió un colapso y se desmayó en los compases finales de una actuación en Boston. El pasado abril, abandonó al quedarse sin voz mientras interpretaba el séptimo tema del programa en Tucson (Arizona). Una úlcera sangrante, un problema de esófago o una neumonía han provocado otras veces sus anulaciones. «Mis disculpas son tan frecuentes que llegan a ser ridículas», ha reconocido él mismo.
Como buen vegano -lo es desde muy jovencito- y acérrimo animalista, en 2015 anuló un contrato en Islandia porque, en contra de su deseo, los promotores mantuvieron la idea de vender bocadillos de carne en el recinto. «Me encanta Islandia, pero dejaré el auditorio con su sed de carne caníbal», dijo. Una declaración muy suave en comparación a la que salió de su boca seis años antes, durante un espectáculo al aire libre en Estados Unidos. Al aroma de las hamburguesas que se cocinaban en las parrillas, en mitad del 'show' lanzó: «Puedo oler carne quemada... espero por Dios que sea humana». El exabrupto define una de las señas de identidad de este hombre excesivo, bocazas, extremista y provocador, pero también genial y formalmente delicado.
«Si mencionas mi nombre la gente vomita o se entusiasma, pero no odio a la gente; soy un hombre amable y sensible», se autorretrata.
Depresivo y célibe Irónicamente, puede decirse que con sus 127 suspensiones Morrissey ha igualado el gran éxito logrado con 'Viva Hate', el álbum con el que alcanzó en 1988 el número uno de las listas de ventas en el Reino Unido. Fue su primer trabajo en solitario tras la disolución de los Smiths, la banda de indie rock que formó en 1982 junto al guitarrista Johnny Marr y acaudilló durante cinco años.
El estilo lánguido y tardo del divo nacido en Mánchester hace 58 años, de padres irlandeses, no parece sino otra consecuencia de su personalidad. Tuvo problemas de depresión en la adolescencia y sus letras denotan a menudo tristeza y drama. Es también un decidido opositor al poder y enemigo declarado de la monarquía británica. Célibe convencido, afirma no tener vida sexual ni social. Aunque se le atribuyó una relación con el fotógrafo Jake Walters, niega ser homosexual. «Ojalá lo fuera. Técnicamente soy humasexual. Es decir, me atraen los humanos, aunque por supuesto no muchos».
2017 fue prolífico en cancelaciones musicales. Shakira anuló en noviembre 11 conciertos por problemas en las cuerdas vocales, Lady Gaga otros 15 por su fibromialgia y Justin Bieber, 14 por «agotamiento».
En mayo de ese mismo año, Joaquín Sabina retrasó actuaciones en Latinoamérica por una operación de hernia ventral y, en septiembre, las de Barcelona y Granada por una gastroenteritis aguda. En 2014, se bajó del escenario en Madrid por «pánico».
El mismo miedo escénico, traducido en ansiedad, retiró temporalmente a Pastora Soler de la música en 2014, después de desmayarse en una gala y quedarse sin voz en otra. Hace un año, la cantante retomó su actividad.

  TITULO:   ¡ BUENOS DIAS JAVI Y MAR ! CADENA 100 -Todo por el 'selfie',.


 
  ¡ BUENOS DIAS, JAVI Y MAR ! CADENA 100 ,.
 
  Lo mejor del programa ¡Buenos días, Javi y Mar! que se emite cada mañana en CADENA 100 de 06:00 a 11:00 y que presentan Javi Nieves y Mar , etc,.
 
 Todo por el 'selfie',.
 
 

Todo por el 'selfie', foto.

Todo por el 'selfie'

Buscan ser admirados por los demás aunque pongan en riesgo sus vidas | Medio centenar de personas han muerto en dos años mientras se hacían una foto para lucirse ante el mundo | Recibir un 'me gusta' es la droga de toda una generación que ha nacido con un móvil en la mano y ya no puede dejarlo

Hay muchas formas de morir pero una de las peores, o al menos de las menos agradecidas, es morir de muerte tonta. Por ejemplo, hay quien se sube a una barandilla a cincuenta metros de altura, estira el brazo para sacarse una foto con su móvil, da un pasito para atrás, pierde el equilibrio, cae al vacío y se mata. Otros terminan sus días a los pies de un elefante, entre las mandíbulas de un león o desnucado por un retrete, todo por una imagen que acabará engrosando en internet las cada vez más largas listas de 'selfies' tomados momentos antes de morir.
Algunos sobreviven al riesgo gratuito de hacer equilibrios en lo alto de la antena de un rascacielos con un móvil en la mano o a la temeridad de mirar a la cámara en vez de a la carretera mientras se conduce, como aquellas dos jóvenes iraníes que se estrellaron cuando se grababan cantando una canción. Su siguiente foto se la hicieron en el hospital; habían sobrevivido y en el 'selfie' posaban con el signo de la victoria, lo que suscita la pregunta de si en ese momento estaban pensando que el accidente, el coche destrozado y las heridas sufridas habían merecido la pena.
Puede que sí, al menos desde su punto de vista, porque tanto el vídeo del accidente, con ellas dos cantando y el volante sumido en el olvido, como el 'selfie' del hospital, han sido vistos por millones de personas en todo el mundo. Y de eso es de lo que se trata. Estas dos jóvenes están afectadas por lo que se ha dado en llamar el síndrome 'selfie', que el profesor de la Facultad de Educación y Psicología de la Universidad de Navarra Gerardo Castillo Ceballos define como «un culto a la propia imagen por el sistema de publicar en las redes sociales autofotos en situaciones llamativas previamente escenificadas que susciten admiración. Por ejemplo, colgado de un puente o de una grúa o asomado a un abismo».
Ahora se lleva también lo del 'selfie' junto a las vías cuando pasa el tren. El último caso conocido es el de un joven de India que resultó arrollado por la locomotora cuando trataba de inmortalizar su imagen. El fotógrafo vivió para contarlo, pero la grabación del suceso, realizada por un amigo del osado autorretratista, ya ha dado la vuelta al mundo. Nunca falla, el de los 'selfies' extremos es un subgénero en auge que da prestigio en las redes sociales a quien lo cuenta y proporciona a quien no lo consigue un aura a medio camino entre la gloria efímera y la estupidez eterna.
La organización de análisis de datos Priceonomics calculó hace dos años que entre 2014 y enero de 2016 habían muerto en todo el mundo 49 personas mientras se tomaban un 'selfie'. Aunque desconocida, se cree que la cifra de heridos fue mucho mayor. El 40% de las muertes (19) se produjeron en India, país que encabeza el ránking, seguido de Rusia (7), Estados Unidos (5) y España (4). En nuestro país un caso que tuvo mucha repercusión mediática fue el de un hombre de 32 años que en agosto de 2015 murió tras ser corneado por un toro mientras grababa el encierro de la localidad toledana de Villaseca de la Sagra. Aunque figure en las estadísticas, técnicamente no fue una muerte atribuible a un 'selfie' extremo. Sí lo fue en cambio la de un joven de Vegas de Triana (Jaén) que en marzo de 2014 se subió a un tren para autorretratarse con tal mala fortuna que rozó una catenaria y se electrocutó.
La causa más frecuente de los fallecimientos en todo el mundo son las caídas desde gran altura, seguidas por ahogamientos, trenes, disparos de bala, granadas, accidentes de avión, accidentes de coche y ataques de animales. Si no fuera por la tragedia, otras muertes resultarían cómicas, como la de Óscar Reyes, un joven de Houston que el 2 de enero de 2014 se autorretrató disfrazado de Bob Esponja y que vio con satisfacción cómo su 'selfie' era recompensado con doscientos 'me gusta' en Facebook. Espoleado por sus seguidores, al día siguiente se propuso recrear la foto y se encaramó con su disfraz a la puerta del cuarto de baño de su casa, pero resbaló y cayó de cabeza contra el retrete. Inconsciente, murió desangrado. Óscar perdió una vida pero logró otra en Facebook, donde sus amigos abrieron una página para perpetuar su memoria.

Necesidad de autoestima

«¿Cuántas veces te dicen en la vida que haces algo bien?». La pregunta sorprende porque es él, el entrevistado, quien debe contestar, pero en este mundo del que hablamos, donde actor y público se confunden en una sola identidad, lo único que permanece estático es una imagen. Y la foto fija, el 'selfie' que resulta de la pregunta, es nunca o, para ser más positivos, casi nunca. Es la respuesta que espera Enrique San Juan, experto en redes sociales y director de Community Internet. «Tenemos una necesidad de autoestima y de ser reconocidos, tenemos una gran carencia porque nadie lo hace y eso te lo solucionan las redes sociales», afirma.
Nada más halagador que acumular decenas de 'me gusta' cuando colgamos una foto nuestra en internet. Somos los protagonistas, los deseados, los flautistas de Hamelín que marcan el rumbo de los que vienen detrás. Es aquí donde nace una espiral que nos lleva a intentar el más difícil todavía, porque una vez que se empieza no todos pueden parar. «Los móviles están en todo el mundo y son unos instrumentos muy buenos para incrementar la exposición personal, lo que pasa es que tenemos la necesidad de generar contenidos cada vez más osados y espectaculares. Ya no nos vale el 'selfie' junto a las palomas».
Hay que ir más allá y eso supone, según Enrique San Juan, «buscar en el riesgo elementos que generen la atención». Y nada mejor para ello que desafiar a las alturas, que es lo que hizo en San Petersburgo Xenia Ignatyeva. El 21 de abril de 2014 ascendió a lo alto de un puente, perdió el equilibrio y se electrocutó al agarrarse a un cable de alta tensión para evitar caer al suelo. «Un 'selfie' requiere manipular el móvil con una mano y solo te queda la otra para sujetarte. Además -explica Enrique San Juan- tienes que estar atento al encuadre y te despistas».
El sociólogo Juan María González-Anleo, autor del libro 'Generación selfie', recuerda una frase atribuida a Andy Warhol, esa que dice que 'en el futuro todos serán famosos mundialmente durante quince minutos'. Ese momento ya ha llegado en una sociedad en la que, según González-Anleo, «todo el mundo se ha convertido a la vez en espectador y en espectáculo». «Los jóvenes son a la vez consumidores y creadores de espectáculo, quieren convertir cualquier detalle de su vida en algo visible».
Sueñan con ser 'youtubers', 'influencers' de prestigio que acumulan decenas de miles de seguidores y ganan dinero a manos llenas. Forman parte del combustible de lo que González-Anleo llama «la hoguera digital de las vanidades». «Estamos tan absortos con nosotros mismos que pensamos que a cualquier persona le puede interesar lo que estamos haciendo, es una forma de convertir tonterías en algo trascendente pero lo que logramos es convertirnos en comida rápida visual», asegura.
«¿Qué quieren demostrar al jugarse la vida por una foto?». Para Gerardo Castillo Ceballos, que acaba de publicar el libro, 'Retos educativos de los adolescentes posmodernos', lo que buscan es «huir de la angustia de no ser nadie, de no ser valorados por los demás, de estar mal conceptuados por sus padres y profesores, de ser estudiantes mediocres con fracaso escolar». Es un camino que no conduce a ninguna parte porque «el remedio -señala Castillo Ceballos- es peor que la enfermedad ya que el síndrome inicial suele ocasionar perturbaciones de la personalidad como, por ejemplo, depresiones».
«Estos jóvenes narcisistas suelen tener muy baja autoestima, lo que les mueve a buscar la admiración de posibles miles de personas», afirma Castillo Ceballos. Para ellos, explica Enrique San Juan, «un 'me gusta' es como un chute, son adictos a los 'likes', yonquis que quieren más porque ya no les vale los comentarios normales a sus fotos».

«Pulso incontrolabl»e

«Cuantos más 'likes' reciben más importantes se sienten y aumenta su necesidad de ser aprobados», confirma la psicóloga Laura Valenciano, que en su consulta de Barcelona atiende a numerosos jóvenes con problemas derivados de la búsqueda de reconocimiento en las redes sociales. Ella sitúa el límite de «lo preocupante» en seis autofotos al día, aunque sostiene que «lo importante no es la cantidad sino estar todo el tiempo pendiente de sacarse un 'selfie'». Hacerse autorretratos no significa que haya un problema psicológico. Lo grave es «sentir un pulso incontrolable por hacerlo».
En octubre de 2017 se celebró en Madrid 'Hackmeeting', un encuentro de 'hackers' del que salió un manifiesto fechado en 2037 que describía un mundo dominado por una inteligencia artificial llamada Google E-Government. El escrito hacía un llamamiento a los 'hackers' del presente para que eviten la deriva hacia un futuro sin movimientos sociales controlado por «el emperador Zuckerberg».
En el manifiesto, los ficticios resistentes de 2037 describen una sociedad pretérita en la que muchos ciudadanos «han empezado a enloquecer al ser incapaces de distinguir entre la fantasía del ciberespectáculo y sus propias vidas». Son personas que «buscan generar contenidos que puedan ser vistos por más gente para recibir más 'likes' y al mismo tiempo imitan compulsivamente los comportamientos que ven en el sistema multimedia que lo inunda todo». Lo que describen no es una distopía, es la realidad.
Enrique San Juan se muestra convencido de que «toda una generación de jóvenes está contaminada» por un síndrome en el que la aceptación en las redes sociales es una necesidad cada vez más acuciante. «Están todos infectados», recalca, aunque reconoce después que «esto no es bueno ni malo».
Es simplemente un mundo que ha cambiado tanto que ya no solo hay uno, sino dos. «Vivimos en dos realidades, la física y la digital», afirma el responsable de Community Internet. Hay quien sostiene que para muchos jóvenes esta última realidad, la de internet, es más cierta que la existencia física, ese valle de lágrimas en el que, en palabras de Castillo Ceballos, no pueden vivir «una vida inventada» ni presentarse ante los demás «como lo que no son: audaces y valientes». Muchos ya han cruzado la frontera y habitan al otro lado del espejo. «Hace tiempo que Matrix ha quedado atrás», dice Enrique San Juan.
Óscar Reyes
Tuvo tanto éxito el 'selfie' que el 2 de enero de 2014 se tomó disfrazado de Bob Esponja que al día siguiente repitió la hazaña. Se encaramó a la puerta del baño pero resbaló y murió desangrado. Tenía 18 años.
Wu Yongning
Se había hecho todo un nombre en el gremio de los 'rooftoppers', gente que asciende a lo más alto de los edificios para hacerse una foto. Wu, de 26 años, murió el 8 de noviembre de 2017 tras caer al vacío cuando preparaba una grabación en la cornisa de un edificio de 62 pisos en la ciudad china de Changsha.
Jared Michael
Un turista canadiense quiso sacarse un 'selfie' al paso de un tren en Perú. No contó con que al maquinista se le ocurriera sacar fuera el pie y le propinara una patada en la cara para darle una lección.
Emma Willis
La suya es la pura imagen de la felicidad, el cartel de un anuncio que promete unas fantásticas e inolvidables vacaciones en paisajes refrescantes. Emma vivía ese sueño en la Rivera Maya mexicana cuando tomó un palo de 'selfie' y se lanzó al agua con alegría desbordante. Pero calculó mal y cayó contra unas piedras. Murió tras golpearse en la cabeza contra una de ellas.
Xenia Ignatyeva
Tenía 17 años y una larga experiencia en 'selfies' extremos en Rusia. Se había sacado numerosas fotos en los edificios más altos del país pero murió en un puente de San Petersburgo no muy elevado al que había ascendido. Xenia perdió el equilibrio y se electrocutó al sujetarse a un cable de alta tensión.
Essa Ricker, Kelsea y Savanna Webster
En octubre de 2011 se apostaron en Utah junto a la vía de un tren que se aproximaba. El ruido de la locomotora les impidió oír el pitido de otra que circulaba por una vía paralela. Las dos hermanas y su amiga murieron atrapadas por la turbulencia de los dos trenes al cruzarse.
Imprudente desconocido
Logró lo que quería. Se hizo un 'selfie' mientras corría delante de un toro en el encierro del 12 de julio de 2014 en Pamplona, pero también le sacaron una foto que dio la vuelta al mundo y le costó al desconocido corredor un aluvión de críticas por su inconsciencia.

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