BLOC CULTURAL,

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martes, 26 de diciembre de 2017

LOTERIA NIÑO - ME RESBALA - ¡ QUE GRANDE ES EL CINE ! - EL HORMIGUERO VIERNES -29- DICIEMBRE -El genio vivo y desobediente del 27 ,./ PLANETA CALLEJA - DOMINGO -31- DICIEMBRE - Un médico de otra órbita,.

TITULO: LOTERIA NIÑO - ME RESBALA - ¡ QUE GRANDE ES EL CINE ! -  EL HORMIGUERO VIERNES -29- DICIEMBRE - El genio vivo y desobediente del 27 ,.
 

 ¡ QUE GRANDE ES EL CINE ! ,.
 

 ¡Qué grande es el cine! fue un programa de cine dirigido por José Luis Garci y emitido por Televisión Española por su cadena La 2., etc.
 

LOTERIA NIÑO - ME RESBALA -  EL HORMIGUERO VIERNES -29- DICIEMBRE - El genio vivo y desobediente del 27 ,.
 

LOTERIA NIÑO - ME RESBALA - EL HORMIGUERO VIERNES -29- DICIEMBRE -El genio vivo y desobediente del 27  , fotos.

El genio vivo y desobediente del 27,.

Alberti, García Lorca, 
Juan Chabás, Mauricio 
Bacarisse, José María 
Romero Martínez, 
Manuel Blasco Garzón, 
Jorge Guillén, José 
Bergamín, Damaso Alonso 
y Gerardo Diego, en 
el Ateneo de Sevilla./
Alberti, García Lorca, Juan Chabás, Mauricio Bacarisse, José María Romero Martínez, Manuel Blasco Garzón, Jorge Guillén, José Bergamín, Damaso Alonso y Gerardo Diego, en el Ateneo de Sevilla.

Hoy se cumplen 90 años del 'nacimiento' de la brillante generación de la Edad de Plata «que debió ser de Oro»


Resultat d'imatges de ME RESBALAMadrid. Sostiene José Manuel Caballero Bonald que el 16 de diciembre de 1927 se reunió en el Ateneo de Sevilla una panda de jóvenes desobedientes. Él ha seguido la estela de aquellos reventadores del canon, unos poetas amistados, disidentes y señoritos que hace hoy 90 años se dejaron invitar por el torero Ignacio Sánchez Mejías para conmemorar el tercer centenario de Luis de Góngora, oscuro y olvidado autor de las 'Soledades'. Su díscolo ADN pervive en poetas de hoy como Antonio Lucas o Benjamín Prado, que incorporan a su poesía la del 27 «tan fresca que parece escrita pasado mañana», dice Prado, poeta y amigo de Alberti.
Resultat d'imatges de LOTERIA NIÑOAquel encuentro fue el germen de «la más brillante generación de poetas y creadores del siglo XX en cualquier lengua y en cualquier lugar», sostiene sin complejos Alejandro Sanz, antólogo de Vicente Aleixandre, ganador medio siglo después de un Nobel que era para todo el grupo. La heterogénea generación que bautizó Dámaso Alonso protagonizó una «Edad de Plata que habría sido de Oro», coinciden Sanz, Lucas y Prado, si la guerra y el exilio no les hubieran triturado.
«El genoma del 27 está en todos los poetas de hoy», apunta Lucas, premio Loewe, periodista y orgulloso 'cofrade' del 27, que en 1932 publicó el volumen que fijó la nómina canónica: 'Poesía española. Antología 1915-1931'. «Es un surtidor de ideas, estímulos y voces poéticas», reconoce. Alaba su «repertorio plural, de la poesía pura de Guillén al surrealismo desatado de Lorca en 'Poeta en Nueva York' o la condición moral del último Cernuda; un caladero del que nos seguimos alimentando». Revitalizaron la poesía «desde la divergencia y con voces muy diversas».
Reunidos al grito de 'Viva don Luis', aquellos airados poetas «no disponían, salvo algún contagio ambiental, de afinidades estéticas destacables -apunta Caballero Bonald- más allá de su efusiva devoción por la poética gongorina». Acabaron casando tradición y vanguardia. «Bonald tiene razón al asegurar que la disidencia plural está en el espíritu del 27», admite Lucas. «No hubo un programa poético ni manifiestos como en otras generaciones. Solo la condición natural de unos poetas que se hacen en un contexto muy parecido y en un tiempo común», precisa.
Su denominador común, si existió, fue la oposición al imperante gusto académico y la celebración de la transgresión de Góngora que prefigura la de sus propias poéticas. Un aire gongorino que, según Caballero Bonald, está en los poemarios más brillantes de aquellos genios desobedientes: 'Perfil del aire' (Cernuda), 'Cántico' (Guillén), 'Sobre los Ángeles' (Alberti), 'Poeta en Nueva York' (Lorca), 'Seguro azar' (Salinas), 'Manual de espumas' (Gerardo Diego) o 'Ámbito' (Aleixandre).
Constituyeron una Edad de Plata de las letras que a buen seguro sería de Oro si la guerra y el exilio no hubieran quebrado el espinazo moral y creativo de aquel brillante y heterogéneo florilegio de poetas. «Imaginemos que Lorca hubiera culminado su carrera. Estaríamos hablando de la generación literaria mas importante de Europa en el siglo XX», aventura Lucas.
Una generación que también se miró «en Juan Ramón Jiménez y su capacidad para fundir la tradición del Siglo de Oro con una voces nuevas». «Les aglutina la vanguardia, incluso en autores tan poco vanguardistas como Guillén», apunta Lucas
¿Recibió Vicente Aleixandre el Nobel que merecían Lorca, Cernuda o Alberti? Lucas y Prado creen que sí. «Se mantiene en España al margen del franquismo. Era el superviviente, un gran poeta como Guillén, pero su poética refleja mejor la resistencia interior, sin dejar de hacer una obra importante soportando el ostracismo. Su Nobel fue para toda su generación, el que hubieran merecido Lorca, Cernuda, Guillén o Alberti». «Es un Nobel paradójico, para un gran poeta muy silenciado en casa, que hay que reivindicar y levantar», dice Lucas.
Revirtieron la poesía sin ser poetas revolucionarios. «Eran burgueses. Señoritos, unos más que otros. La revolución quedaba muy lejos de sus principios, salvo para el comunista Alberti», acota Lucas. «Tenían esa vocación de voltear la poesía, pero no hubiera sido posible sin Juan Ramón, que dejó a todos asombrados al publicar en 1916 'Diario de un poeta recién casado'». «Juan Ramón fue la pértiga. Un ventarrón de aire nuevo y vivificante, un maestro alabado primero y vapuleado después sin cuya capacidad de aventura el 27 no habría llegado a ciertos hallazgos», concluye Lucas. «Les debemos la apertura de la poesía hacia mil direcciones y hacia territorios sin explorar».
«Sin leer Lorca, a Cernuda y Alberti hoy no se puede ser poeta», dice Benjamín Prado. «No les superó ni el 36 ni el 50. Su poesía sigue siendo pura modernidad; parece escrita pasado mañana», reitera.

 TITULO:  PLANETA CALLEJA - DOMINGO -31- DICIEMBRE - Un médico de otra órbita,.
 

 PLANETA CALLEJA - DOMINGO -31- DICIEMBRE,.
 

 Planeta Calleja es un programa de televisión de España que se emite cada domingo a las 21:30, en Cuatro de Mediaset España.
 Jesús Calleja enfrentará a rostros conocidos a vivir experiencias únicas e irrepetibles fuera de su contexto habitual y en los lugares más remotos y fascinantes del mundo, etc.


 Un médico de otra órbita,.
El doctor Jorge Cartes, en su despacho de Madrid, muestra el primer emblema que diseñó. Fue para la misión STS-126. :: josé ramón ladra/

Un médico de otra órbita,.

foto - El doctor Jorge Cartes, en su despacho de Madrid, muestra el primer emblema que diseñó. Fue para la misión STS-126.

Astronautas rusos y americanos viajan al espacio con los emblemas diseñados por el madrileño Jorge Cartes. «Ha sido un sueño hecho realidad»,.

Es 20 de julio de 1969. Son las ocho de la tarde en España. Jorge Cartes (Madrid, 1954) se sienta frente al televisor. Lleva todo el día nervioso. Ha tenido que acudir a casa de su abuela, tres pisos más abajo, para vivir algo histórico. «Mi padre era enemigo de la 'caja tonta'», recuerda Cartes. Neil Armstrong está a punto de poner un pie en la Luna y el hoy responsable del servicio médico del grupo VIPS asiste fascinado al acontecimiento.
En aquel momento sólo tiene 14 años, pero lleva mucho tiempo siguiendo con atención todas las noticias que sobre la carrera espacial norteamericana se publicaban en prensa y revistas especializadas. «En lugar de darme por el fútbol, me dio por estudiar cosas del espacio. Mis padres veían esta afición con cierta gracia y mis amigos me seguían la corriente, como diciendo 'éste está chalao'», rememora. Hoy, lleva a gala haber diseñado gratuitamente 22 emblemas para otras tantas misiones de las agencias espaciales norteamericana (NASA) y rusa (Roscosmos) y que han lucido en sus trajes un centenar de astronautas. «Un sueño de niño hecho realidad. Es lo más cerca que he podido estar de esa quimera de ser astronauta», confiesa. Aquello era algo que se escapaba a sus posibilidades. «No era un hacha precisamente en matemáticas ni en inglés», asegura. Por eso, la vida le llevó por otros derroteros profesionales y se hizo médico.
Pero su pasión no la abandonó nunca. Fue a más. Empezó a coleccionar los emblemas oficiales de tela (en inglés, 'patches') que llevan los astronautas en cada vuelo espacial gracias a los contactos que le facilitó una prima suya, casada con un profesor de la Universidad de Princeton, que vivía en Nueva Jersey. «Cuando localizaron la casa comercial que los vendía en Houston, me regalaron todos los 'patches' que se habían hecho hasta la fecha; desde la misión 'Géminis' hasta el 'Apolo 10'». Aquello sólo acababa de empezar. Actualmente, el despacho que Cartes tiene en su domicilio madrileño está literalmente empapelado cronológicamente con el medio millar de emblemas que ha ido reuniendo estos años de todas las misiones. No le falta ninguno. «Algunos los tengo guardados, porque un día mi mujer me dijo: 'O los emblemas o yo'».
Cartes tiene en casa una colección de medio millar de logotipos
Al coleccionismo le siguió lo que él tilda de un «golpe de suerte», cuando en 2008, en un foro de «entusiastas del espacio», entabló amistad con Tim Gagnon, uno de los responsables de CollectSpace.com, una web especializada en misiones espaciales con contactos en la NASA. «Una vez mostré mi entusiasmo por uno de los emblemas y felicité al autor. Era Tim. Le dije que me hubiera encantado haber hecho lo que él y, sin esperármelo, se comprometió conmigo a hacer el siguiente emblema a medias. Desde entonces, no hemos parado», relata Cartes.
Su primer proyecto llegó en noviembre de 2008 para la misión STS-126, que realizó el transbordador 'Endeavour' a la Estación Espacial Internacional para continuar con su construcción. Aunque la NASA tiene su propio equipo de diseñadores, son las tripulaciones las que contactan con Cartes y su socio para la realización de sus logotipos. Los hace en un programa de ordenador «antiquísimo», el Ulead, «pero es con el que yo me apaño; no sé dibujar a mano -confía-. Lo normal es que nos planteen una idea de lo que quieren o modifiquen una propuesta nuestra». Tras acabarlo, lo remiten a la NASA, aunque, para sorpresa de Cartes, «una vez fueron incapaces de abrir un archivo comprimido que les envié con unos dibujos porque no tenían el programa», recuerda incrédulo.

Líneas rojas

Aquel primer trabajo, asegura, no fue demasiado complicado. «En realidad, en todas estas misiones terrestres hay poco con lo que jugar: son lo mismos conceptos con otros colores y perspectivas», explica. Sin embargo, Cartes precisa que hay líneas rojas que no pueden traspasar: «Desde que falló el 'Apolo 13', cuyo emblema eran tres caballos alados, los rusos no consienten usar este animal, ni tampoco los bordes en negro. Sin embargo, a los americanos les encanta que usemos los tres colores de su bandera».
Cada tres meses hay un vuelo 'Soyuz' que sale al espacio con un emblema distinto. «Desde que, hace tres años, EE UU dejara en tierra sus transbordadores, Rusia es la única que posibilita las misiones al exterior», explica. Ahora que el presidente Trump ha anunciado que quiere volver a mandar al hombre a la Luna, a Cartes no sólo le cae más «simpático», sino que vuelve a soñar como cuando era niño: «Ojalá los astronautas de esa misión llevaran un emblema mío; no es imposible, pero sí lo veo difícil», admite.

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